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Domingo 1 de febrero del 2015


VENEZUELA ¿LLEGO AL LLEGADERO?

Por Hernán Maldonado

El ingenio popular venezolano acuñó hace años la expresión: "llegar al llegadero", que significa que algo ya no da para más o que el hilo se ha tensado de tal manera, que el próximo paso es romperse.

En la Venezuela de inicios del 2015, decimosexto aniversario de la "revolución bolivariana", se ha puesto a circular otro, parafraseando los apellidos de sus dos más connotados conductores: "Todo maduro, se pudre y todo cabello se cae".

Maduro es el apellido del presidente Nicolás, pero también así se llaman los plátanos que otrora se cultivaban hasta para la exportación en las llanuras del sur del Lago de Maracaibo, campos que ahora lucen desolados desde su expropiación a la empresa privada.

Cabello, por su parte, es el apellido de Diosdado, el poderoso presidente de la Asamblea Nacional y jefe del ala militar del chavismo. Es también líder del PSUV, el partido fundado por Hugo Chávez como sostén callejero de su petrodictadura.

Maduro, en casi dos años de gobierno, ha mostrado una incapacidad total para mantener en pie el legado del finado Chávez quien, en realidad, le dejó un país con su economía en ruinas producto de la destrucción de la empresa privada con una hemorragia de expropiaciones.

La grave situación ha empeorado porque los precios del petróleo, su principal materia prima de exportación, bajaron en un año de un promedio de $96 el barril a los actuales $38.67. La escasez de alimentos, medicinas y repuestos mantiene paralizado al país y el descontento es descomunal.

Cabello, acaba de recibir un golpe mortal con la deserción a Estados Unidos de uno de sus hombres de mayor confianza, el capitán de fragata, Leamsy Salazar, ex escolta por 10 años de Chávez. Salazar acusa a Cabello de dirigir en Venezuela el oprobioso "Cartel de los Soles", la maquinaria narcotraficante de altos jefes militares.

La existencia del Cartel fue denunciada por periodistas y militares desde hace al menos una década. Muchos de ellos están muertos. Chávez se hizo siempre el ciego, quizás porque un hijo suyo (que se cree está actualmente en un proceso de rehabilitación por drogas), supuestamente estaba involucrado en el nefasto negocio.

Siempre ha sido raro que Huguito jamás haya sido promovido por Chávez y siempre fue presentado casi clandestinamente como el "hijo bobo" de la familia. El contraste fue más que evidente por la promoción que hizo el comandante de sus dos hijas, principalmente de María Gabriela, casada con el actual vicepresidente Jorge Arreaza.

El que Cabello sea ahora acusado por su ex hombre fuerte, tampoco es una novedad. Anteriormente lo hicieron (y han buscado refugio también en Estados Unidos) los ex magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Luis Velásquez Alvaray y Eladio Aponte, este último fue alto ex jefe de inteligencia militar. Ambos eran muy allegados a Chávez.

Poco antes de que muriera el "comandante eterno", Walid Mackled, un acaudalado empresario, fue detenido en Colombia y Chávez movió cielo y tierra para que se lo extraditara a Venezuela y no lo capturara la DEA. Lo logró, pero antes de llegar a Caracas, Mackled cantó como un canario.

Involucró a altos jefes militares a los que pagaba ingentes sumas de dinero para conseguir altos cargos, carnets que lo identificaban como miembro del servicio de inteligencia venezolano y como amo y señor de Puerto Cabello desde donde despachaba enormes cantidades de droga al extranjero.

Apenas instalado Maduro en el poder, Mario Silva, vocero de Chávez por años en el Canal estatal de TV, denunció a Cabello y le exigió revelara los orígenes de su cuantiosa fortuna. Parecía que favorecía a Maduro de cualquier plan desestabilizador de Cabello. Silva fue defenestrado hasta el día de hoy.

Cabello fue gobernador del Estado de Miranda y cuando asumió el actual, Henrique Capriles, una auditoria demostró una malversación multimillonaria. Jamás fue enjuiciado. Chávez quizás sabía de las andanzas de su subalterno. Antes de morir lo encaró públicamente por la presentación de un plan de construcción de una carretera de 27 kilómetros a un costo de $72 millones, cuando el gobernador del Estado Lara tenía similar proyecto por solo $40 millones.

Cuando todo hacia suponer que Chávez nombraría como su heredero a Cabello, lo hizo con Maduro. Quizás pensaba en que no quería aparecer en la Historia como el más incapaz de los presidentes de Venezuela. Sea lo que sea, hoy parece que el gobierno chavista "llegó al llegadero". Amanecerá y veremos.

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