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Domingo 21 de septiembre del 2008
LATENTE LA AMENAZA DE TORMENTA
Por
Hernán Maldonado
Hugo Chávez está haciendo de todo, hasta quiere la guerra civil en Bolivia, en su afán de tapar las terribles revelaciones de la nauseabunda corrupción de su régimen que salen a luz en Miami en un juicio a cuatro de sus ex altos aliados, a raíz de la maleta descubierta el 5 de agosto del 2007 en Buenos Aires con 800.000 dólares, supuestamente para Cristina Kirchner.
Y como nada le funciona, reputados analistas políticos venezolanos han empezado a expresar sus temores por un eventual autogolpe para acallar los medios que aún no cayeron en su poder, apresar a los opositores y cancelar las elecciones regionales del 23 de noviembre. Se oficializaria la petrodictadura.
Felizmente en Bolivia se abrió una luz de esperanza. Tras los infortunados sucesos en Pando, las partes resolvieron dialogar. ¿Abrieron los ojos ante el precipicio cavado por Chávez? Parece que si. Con un golpe de Estado, y la "intervención armada" venezolana, el infame maletín hubiera pasado a un segundo plano noticioso.
Llama la atención el silencio de Evo Morales ante el ultraje chavista de intervenir militarmente en Bolivia. El campeón de la lucha contra la injerencia extranjera enmudeció ante su "jefazo" (El Canal 22 de Miami transmitió una conversación teléfónica entre Chávez y Morales).
En la cumbre de Mar del Plata, el 2005 cuando aún no era presidente, Morales lo llamó "mi comandante", pero que ahora lo salude diciéndole "jefazo", ya es demasiado. Felizmente el comandante de las FFAA, general Luis Trigo, sacó la cara por el país (y de muy mala gana, también el ministro de Defensa Walker San Miguel). Cabe preguntarse: ¿Hasta cuándo durará en el cargo Trigo?
Después que Chávez replicó a Trigo, casi ordenando lo que debía hacer, el militar boliviano (supuestamente regañado por Morales a raíz de su primera respuesta al petrotirano) acudió a la cancilleria para que esta vez, por vía diplomática, se exprese el rechazo de las FFAA a la nueva arremetida de Chávez. Tal reclamo no se hará nunca. ¿Apostamos?
De los discursos de Chávez puede inferirse que la situación boliviana fue manejada en Caracas. Aparentemente Evo se quejó de que sus "militares estaban de brazos caidos". Esta expresión jamás la usan los venezolanos. Chávez también insinuó que en Pando los militares que actuaron obedecían a Morales y no al general Trigo. ¿Fractura en las FFAA?
La reprimenda de Chávez a Trigo está llena de detalles sobre lo que deben hacer las FFAA bolivianas. Por todo lo que dijo puede deducirse que quien en realidad manejó la situación fue él. Si esto no es una descarada injerencia en Bolivia, a mi que me cuenten una de vaqueros.
En Santiago le pararon el coche. Brasil se dio cuenta del libreto chavista e impidió que en la declaración final de la cumbre de Unasur se condenara la "injerencia de EEUU" por lo ocurrido en Bolivia. El hombre se quedó furioso. Por eso la brutal expulsión de Venezuela del líder de Human Right Watch, José Miguel Vivanco, y las graves amenazas contra el Vaticano.
Pero nos equivocaríamos si pensamos que ya vimos lo peor. Está latente la amenaza de tormenta. Como al petrodictador le gustan las canciones de protesta de los años 60, quizás sea oportuno recordar a Benjo Cruz: "Es tanto el frio que siente el general, que quizás esta noche nos quiera quemar".
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