Domingo 14 de septiembre del 2008
RAZONES DE LA FURIA CHAVISTA
Por
Hernán Maldonado
Las agencias internacionales de noticias pusieron el encabezado habitual en estos casos: "Este despacho contiene lenguaje que algunos suscriptores pueden considerar inapropiado", al transcribir los adjetivos que el petrodictador venezolano endilgó públicamente a los "yanquis de m..." a quienes varias veces mandó al c...
Hugo Chávez usó antes palabrotas contra George W. Bush, al Rey Juan Carlos o al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. Esta vez exageró y quizás por eso Washington, en represalia, acusó de nexos con las FARC y el narcotráfico a los más altos funcionarios de los servicios de inteligencia venezolana y a quien fue su jefe hasta hace una semana: Ramón Rodriguez Chacín, ministro del Interior.
En el medio estuvo la expulsión del embajador de EEUU en Caracas, Patrick Duddy, en solidaridad con Evo Morales que en Bolivia hizo lo mismo con Philip S. Goldberg. El pueblo venezolano vivió una semana para el olvido. Jamás presidente alguno había expuesto a su país a una vergüenza semejante.
Si de verdad el procaz militarote fuera sincero en su odio a EEUU, lo que debería hacer es no enviarle ni una gota más de petróleo, el oro negro que convertido en dólares es el sostén de su "revolución bolivariana". Eso no hará nunca, porque se pondría una soga al cuello. Entonces resulta claro que su palabreria sólo apunta a desviar la atención de la opinión pública sobre escándalos que rodean su desgobierno.
Chávez realizó en menos de una semana una docena de cadenas de radio y TV (el pasado jueves, cuatro veces) tratando de tapar las noticias que salen del juicio en Miami a cuatro ex altos aliados suyos sobre un aspecto marginal de la colosal corrupción del "Socialismo del Siglo XXI", derivada del maletín con los 800.000 dólares decomisados en Buenos Aires el 5 de agosto del 2007.
Otro trapo distraccionista fue la develación de un magnicidio. Tan burda parece la denuncia que Chávez, pese a contar con todo el aparataje de inteligencia cubano, dijo haberse enterado de la conjura por un programa de la TV oficial, encabezado por un sujeto soez y de mala entraña que para el militarote es "ejemplo de periodismo".
No pocos medios creen que Chávez enloquece. La oposición interna teme que el petrodictador busca una excusa para aplazar o cancelar las elecciones regionales del 23 de noviembre, porque las encuestas estarían mostrando que lleva las de perder. En por lo menos cinco estados, los gobernadores que eran chavistas le han dado las espaldas. La oposición, como no ocurrió antes, lleva un candidato unitario en 19 de los 23 estados.
La inflación disparada al 17 por ciento a cuatro meses de terminar el año, la inseguridad ciudadana con su montaña de muertos semanales y la vuelta a clases del estudiantado esta semana, con la promesa de reverdecer su lucha por la democracia venezolana, tienen iracundo a Chávez, aunque hay quienes creen que sus gritos, sus insultos son como las de aquél que silba al pasar por un cementerio para espantar sus miedos.
Más allá de todo, es ya trágico que el "sargentón del micrófono" haya contribuido a sembrar el odio más allá de su país. ¿O todavía alguien duda de la grosera injerencia de Chávez en Bolivia?
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