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Domingo 7 de septiembre del 2008
UN LOQUITO EN LA OEA
Por
Hernán Maldonado
En 1999, como canciller de Chile, José Miguel Insulza, ridiculizó al titular de Defensa de Bolivia, Fernando Kieffer, a quien calificó de "ministro loquito", luego de que éste, irresponsablemente, aplaudiera a unos pobladores de Taltal, Chile, por izar la bandera boliviana para llamar la atención de sus autoridades sobre sus necesidades.
Pero "loquitos" son también aquellos que se hacen los desentendidos o dirigen la vista hacia otro lado ante dichos o hechos en los que están llamados a intervenir. Y el señor Insulza, como Secretario General de la OEA, desde hace rato está "haciéndose el loco" con los regímenes de Hugo Chávez y Evo Morales, a los que alaba, pese a sus conductas antidemocráticas, contrarias a la Carta Interamericana aprobada en Lima el 2001.
La Carta (Art. 4) aboga por la "transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad... y la libertad de expresión y de prensa". Los inmensos petrodólares que maneja Morales no tienen transparencia porque no pasan por la Contraloria. Morales admite a viva voz que viola la ley ("Le meto nomás") y que después pide a sus abogados que legalicen lo ilegal porque "para eso estudiaron". El asesinato de un periodista en Pucarani, el atentado terrorista contra una televisora de Yacuiba, atribuido a un militar con oficinas en el propio Palacio de Gobierno, los insultos y apaleamientos a periodistas, quizás son nimiedades para Insulza.
El que Morales esté vetado en ciudades importantes de Bolivia es, asimismo, una violación a la Carta que exige "la subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida". Los procesos autonomistas son inconstitucionales como lo fue el referendo del 10 de agosto o la clandestina e ilegal nueva Constitución Política del Estado, que el régimen quiere aprobar contra viento y marea.
En el referendo de agosto el gobierno boliviano echó la casa por la ventana olvidando la recomendación de la Carta (Art. 5) de contar con "un régimen equilibrado y transparente de financiación de sus actividades" publicitarias. Peor todavía, desoye "prestar atención a la problemática derivada de los altos costos de las campañas electorales" buscando cancelar la subvenciones estatales a los partidos políticos.
Aunque Morales reculó de su ilegal convocatoria a un nuevo referendo, quedó latente su intención de violar la Carta (Art. 19) convirtiendo a su gobierno en "un obstáculo insuperable" para mantenerse como miembro de la OEA.
Morales violó consecutivamente la Carta con atropellos al Parlamento, hostigamiento a la prensa, la parálisis del Poder Judicial, la manipulación del Poder Electoral y las Fuerzas Armadas y hasta con el funcionamiento de grupos de choque y milicias indígenas. Internacionalmente se inmiscuyó groseramente en asuntos internos del Perú y estropea los nexos históricos con EE.UU.
Insulza se hace el loco con todo esto, pese a que la Carta (Art. 20) le faculta a "solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente", cuando se produzcan violaciones del orden constitucional en alguno de los países miembros.
Y ni hablar de la petrodictadura venezolana. Insulza se tapa los ojos y oidos. ¿Será porque Hugo Chávez por dos veces le dijo que es un p... desde la p hasta la o? ¿O es que ve en el "pitidictador" un eventual financista de su campaña electoral?, dado que aspira a suceder a Michelle Bachelet. Amanecerá y veremos.
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