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Viernes 31 de diciembre del 2010
LOS TERREMOTOS DEL 2011
Por
Hernán Maldonado
El año que termina se abrió con el terrible terremoto que dejó en ruinas Haití, el más pobre de los países del continente. 2011 aparentemente comenzará con otros terremotos, si nos atenemos al malestar social y político creciente en Bolivia y Venezuela. ¿Feliz año?
Este miércoles Evo Morales me hizo recuerdo al dramático discurso del presidente Victor Paz Estenssoro allá por los años 80 cuando dictó decretos que golpearon rudamente el bolsillo de sus compatriotas y se produjo el despido de miles de mineros. "Bolivia se nos muere", dramatizó Paz al justificar las medidas.
Morales, un duro crítico del neoliberalismo, aprobó un "gasolinazo" que se atravesó como un cuchillo en la garganta de millones de bolivianos, a quienes el discurso oficial, hasta ayer nomás, prometía que no se tomaría ninguna medida al estilo fondomonetarista.
La bronca es por el brutal alza de los combustibles, entre un 56% y un 80%, pero básicamente por el engaño, porque precisamente Morales fue el artífice de los levantamientos populares antaño cuando los gobiernos neoliberales optaban por "sincerar" los precios de los combustibles.
Para tratar de calmar el enorme disgusto popular, Morales aumentó sueldos en un 20% a militares, policias, a maestros y trabajadores de la salud. A los empleados públicos les ofreció doblarles el aguinaldo en el aún lejano diciembre de 2011. Y nada dijo sobre los informales, ese multitudinario sector de la economía boliviana.
El analista Carlos Cordero dijo que Morales decidió jugarse el todo por el todo. Las consecuencias están por verse.
En Venezuela, Chávez desde hace años no intenta algo similar, pese a la imperiosa necesidad. Con 2 dólares uno llena el tanque de gasolina. Bolivia ahora tiene el precio del litro un centavo mayor que en EEUU, donde el sueldo mínimo es de $7.25 la hora, mientras que en Bolivia el salario mensual apenas llega a 97$.
Chávez esta semana volvió a subir los sueldos a los militares. Mientras hablaba, la sociedad civil hizo sonar sus cacerolas, sacando de quicio al teniente coronel quien recurrió a los insultos a sus opositores. El rechazo que experimentó en Maracay, ciudad-base militar por excelencia y otrora su bastión polìtico es apenas una muestra pequeña del enorme malestar social contra su gobierno.
Me disgusta pronosticar desgracias, pero los hechos me desbordan y creo que éste 2011 estarán muy activos los sismógrafos políticos. En Venezuela se institucionalizó éste diciembre la dictadura que ha sacado de su letargo al propio Secretario General de la OEA y la gente está desbordando inclusive a su dirigencia política en su reclamo de pan, techo y libertad.
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