|
Domingo 4 de diciembre del 2005
LAS CAMPAÑAS MILLONARIAS
Por
Hernán Maldonado
En la fragorosa campaña electoral boliviana están pasando por debajo de la mesa los costos que para cada candidato tiene su aspiración de llegar a la presidencia de la república. Y hasta parece que, como hacen los bomberos, por ahora nadie quiere pisarse la manguera.
El único que ha hablado más o menos claro ha sido Samuel Doria Medina, el potentado cementero, que ha dicho que su candidatura le costará a sus bolsillos unos dos millones de dólares.
Los que alguna vez hemos hecho de dirigentes políticos sabemos lo que cuesta armar una concentración, pagar autobuses, amplificación, latas de pintura y brochas, viáticos, imprentas, alimentos y obviamente la coquita y el wislulito. Bueno, todo esto en aquellos años 60, cuando todavía no estaba de moda contratar bandas de música, vallas publicitarias, uniformar a las huestes con franelas y chalinas, arreglos florales, movilizar en aviones a los dirigentes, pagar grandes avisos de prensa, radio y televisión, etc, etc.
Es un secreto a voces cómo decenas de los dirigentes de NFR perdieron hasta sus casitas comprometiendo sus reales para la campaña en la que Manfred Reyes Villa fue reelegado al tercer puesto en las últimas elecciones presidenciales. La furia fue tal que siguen creyendo que el triunfo les fue robado.
Pero ahora nadie parece interesado en saber quién financia a quién, porque no me van a decir, ya que suena a chiste malo, que todos los multimillonarios recursos provienen de las cuotas de los partidarios. Quizás unos y otros están guardándose las baterias para después de las elecciones.
Lo obvio es que al margen de los aportes estatales a algunos partidos políticos, hay dineros que entran por vías dudosas. A nivel local se ha hecho una costumbre, por ejemplo, que poderosos empresarios y ahora quizás hasta intereses petroleros, abran sus faltriqueras a manera de inversión.
Tampoco es un secreto que ONG's, especialmente europeas y de la llamada izquierda rosa, están canalizando sus recursos hacia determinado candidato.
La prensa argentina advirtió que Estados Unidos está observando de cerca el comportamiento de Nestor Kirchner respecto a las elecciones bolivianas y que podría tener consecuencias si halla que interviene financiera o políticamente en ellas. Estados Unidos, según Total News, consideraria a Kirchner como un "desestabilizador", título que ya se lo endilgó a Hugo Chávez.
Respecto al posible respaldo económico de Chávez a Morales, lo han denunciado, aunque sin exhibir pruebas, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, James H. Hill, poco antes de dejar el cargo a principios de este año, más de un funcionario del Departamento de Estado y hace pocas semanas el actual embajador norteamericano en Brasil, Andrita Ketchem.
Venezuela, lo mismo que Morales, exigen pruebas y Estados Unidos no las produce. Talvez taimadamente espera el momento oportuno o no las tiene fehacientemente y usa lo que algunos jueces y fiscales llaman en el Derecho Penal, las "pruebas circunstanciales", aquellas por las que se condena a un individuo porque pese a que no ha recibido herencia alguna, no se ganó la loteria, no trabaja, no tiene propiedades y sin embargo gasta a manos llenas.
|
