Domingo 27 de noviembre del 2005
LA INTERVENCION EXTRANJERA
Por
Hernán Maldonado
La intervención extranjera en los asuntos internos de un país es detestable. En América Latina hemos padecido esas injerencias en mayor o menor medida casi todos. En Bolivia debido a nuestra crónica insolvencia económica, que nos obliga a alargar la mano de mendigos hasta para equilibrar nuestro presupuesto, es habitual que Estados Unidos nos diga hasta lo que debemos hacer y hasta por quién debemos votar.
Ahora, en las cercanías de las elecciones presidenciales, el "imperialismo petrolero" también se entromete en nuestros asuntos internos y nos dice que debemos votar por Evo Morales, porque "Tuto Quiroga", según el teniente coronel Azael Valero, encargado de negocios de Venezuela en La Paz, es un "mensajero de las transnacionales".
El señor Quiroga se ha defendido ya y no vale la pena repetir aquí sus argumentos. Lo trascendente de este asunto es que Valero, repite nomás la monserga de su jefe Hugo Chávez, que reclama para si el respeto a su soberania, pero que es incapaz de respetar la ajena.
Prevalido del torrente de dólares que recibe del "imperio norteamericano" por las ventas diarias de millones de barriles de petroleo diarios, Chávez trata de expandir su fracasada "revolución bolivariana" a realazo limpio. Lo hizo creando Petrocaribe, para tener en el puño a ese coglomerado de países caribeños que deciden cuantitativamente las votaciones en la OEA.
Realiza importaciones fabulosas desde Brasil ahogando a su propia industria, financia a los piqueteros argentinos, está detrás de los candidatos izquierdistas en la región y apenas tiene un micrófono cerca se desgañita contra el "imperio" y el "Mr. Danger" (George W. Bush). Si fuera consecuente con su verborrea incontenible, deberia cortarle el envío petrolero, no comprarle la soya a cambio de aplastar a los soyeros bolivianos (casualmente de un distrito anti-Morales), y no seguir otorgándoles jugosos contratos a las transnacionales petroleras para la explotación del gas.
Chávez pide respeto a la soberania venezolana, pero se inmiscuyó groseramente en la República Dominicana cortándole los suministros petroleros, hasta que éste país expulsó de su suelo al ex presidente Carlos Andrés Pérez.
El coronel Valero no es sino consecuente con su jefe respecto al líder cocalero boliviano. ¿O es que alguien se ha olvidado ya cuando Chávez en Barquisimeto le levantó el brazo a Morales proclamándolo como el "próximo presidente de Bolivia"?
Y es que el señor Chávez ni siquiera es respetuoso con líderes que piensan diferente de él. Tras su soberano fracaso en Mar del Plata donde quiso enterrar el ALCA, le enfureció de tal manera el que sus "negritos caribeños" le hayan dado la espalda, pese a que reciben petróleo barato o casi gratis, que enfiló sus baterias contra el presidente de México, Vicente Fox.
Si hay un estado en el hemisferio que repetidamente ha dado muestra de ser celoso de su soberanía ha sido México. Fue el único país que desobedeció cuando vino la orden de romper relaciones con Cuba, fue uno de los pocos del "patio trasero" que se opuso a la guerra en Irak. Pero aún así el derrotado en Mar del Plata le endilgó el calificativo de "cachorro del imperialismo".
México reaccionó como debía reaccionar y hay un cuasi rompimiento de relaciones diplomáticas. Sobre la controversia, la gran prensa estadounidense, se hizo eco de una caricatura de Los Angeles Times, en la que aparece Chávez como perro faldero de Fidel Castro. Quizás un recordatorio a alguien que reclama respeto por su soberania y que sin embargo tiene a cubanos manejando virtualmente todos los asuntos de mayor importancia política en Venezuela, incluyendo parte del aparato militar.
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