Al dictador venezolano Nicolás Maduro parece que le informan de una niña en una disputa y lo que él oye es que vieron a una “niña p…” porque de otra forma no se explica los errores en los que incurre, sin tomar cuidado del viejo dicho: “Palabra y piedra suelta no tienen vuelta”.
En cadena nacional de radio y TV, Maduro ordenó la reducción a solo 17 del centenar de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Caracas, para que sea “el mismo número de nuestro personal diplomático en el imperio,..”
El Departamento de Estado, quizás para no ridiculizarlo, anunció que le responderá por vía diplomática. Y es que no son 17 los funcionarios venezolanos con ese estatus en Estados Unidos, sino 76, entre los que están en Washington y la docena de consulados en todo el país.
Acaba de tronar llamando “imbéciles” a los directivos de las Agencia Española de Noticias EFE, acusándoles de haber transmitido información atribuyéndole intenciones de posponer las elecciones parlamentarias de este año en Venezuela debido a la grave crisis económica del país.
Los directivos de EFE se reunieron el viernes en Madrid con el embajador venezolano Mario Isea para expresarle su sorpresa por las afirmaciones de Maduro dado que “no tienen base en ningún despacho escrito por la Agencia” que, además, “no se inmiscuye en ningún caso en el debate político venezolano…”
Como la mayoría de los medios están en manos del Estado, el desmentido apenas ha sido divulgado y no por cadena nacional de radio y TV, de manera que para el grueso de la población queda sembrada la idea generada por el régimen de que se conspira desde el exterior.
Un informe divulgado el pasado fin de semana por El Nuevo Herald de Miami, atribuido al Instituto de Prensa y Sociedad, establece que el régimen chavista, “a través del acoso, la intimidación y la recurrente amenaza de cerrarlo”, se ha apoderado de 25 grandes medios en Venezuela.
El estudio, realizado por 30 periodistas, demuestra cómo el oficialismo controla la mayor parte de los medios de comunicación, lo que “ha conducido a la gradual desaparición de las unidades de investigación de los medios y de los columnistas con influencia en la opinión pública”.
“Las recientes ventas de El Universal y de la Cadena Capriles –siendo el primero uno de los diarios más antiguos del país, y el segundo el dueño del diario de mayor circulación, Ultimas Noticias-- también propinó un duro golpe al derecho de los venezolanos de estar informados”, dice el informe.
La tendencia al control de los medios no solo se da en Venezuela, sino también en Bolivia, Argentina, Ecuador y Nicaragua, países estrechamente vinculados al chavismo. En Bolivia hace menos de un año el periodista Raúl Peñaranda reveló en su libro “Control Remoto” cómo el régimen se adueñó de diarios y TVs importantes, al punto que actualmente Evo Morales se ufana de que “solo quedan 10 o 20% medios opositores”.
Mucho de lo escrito por Peñaranda sirve también en Venezuela. ¡Ah! Y como en Bolivia, los directores “ignoran” quienes son los dueños compradores. Así lo acaba de revelar muy suelto de cuerpo Eleazar Diaz Rangel, director de Ultimas Noticias. Pero más temprano que tarde la verdad se sabrá y pagarán estos sepultureros de la verdad.