LA CORRUPCION Y PERIODISMO DEPORTIVO

Por Hernán Maldonado

Debo empezar admitiendo mi buena fortuna al contar con colegas como Lorenzo Carri, Norberto Swarzman, Enrique Durand, Juan Walte, Martin McReynods, etc. que cotidianamente me alertan de artículos escritos por otros periodistas y que estiman no debo perderme.

Carri, desde La Paz, me recomendó el artículo del colega argentino Ezequiel Fernández Mores sobre ese estupendo periodista crítico deportivo argentino Dante Panzeri (1921-1978) con motivo de la reedición de su libro: "Fútbol, dinámica de lo impensado" (1967).

Panzeri, escribió también "Burguesía y gansterismo en el deporte" (1974) casi en la culminación de una brillante carrera que hasta hoy es una referencia para el periodismo, no sólo argentino.

Fue un maestro sin pelos en la lengua. Jamás hubiera aceptado un bozal de billetes. Precisamente por negarse a publicar algo que le imponían los dueños de la revista, Panzeri optó por renunciar a El Gráfico tras ser durante 22 años uno de sus más brillantes profesionales.

Panzeri, "un denunciante crónico y disconforme eterno", ¿qué hubiera escrito hoy del periodismo deportivo? Es la pregunta que me hago al recibir la invitación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) al primer encuentro que se realizará del 26 al 28 de junio en Río de Janeiro.

La cita analizará la "corrupción en el deporte" porque se ha convertido en un fenómeno de masas "y por tanto en negocio altamente lucrativo, con inversiones millonarias donde prácticamente cada semana se desata un escándalo que involucra a organismos deportivos, federaciones, clubs y a los propios deportistas".

Está bien. ¿Pero quién investiga a los periodistas deportivos? Panzeri decía autocríticamente: Al periodismo "No hay quien lo juzgue… Es la casta más intocable entre todas las castas… Y dentro de esa casta brilla con luz propia el periodismo deportivo".

¿O acaso no es corrupción, por ejemplo, digo yo, que un periodista en connivencia con los "dirigentes deportivos, con perdón de la palabra", (Panzeri, dixit) le venda al público informaciones distorsionadas o deje de publicar verdades, a cambio de una invitación para viajar con el equipo?

¿Y qué de la autocensura? Vemos frecuentemente en Estados Unidos diarios que se abstienen de criticar a los equipos y sus astros por el millonario avisaje que reciben del club local de baloncesto, fútbol americano, hockey, etc.

En Bolivia no son pocos los medios que nos vendieron la idea de que esta vez si el equipo nacional se clasificaría para ir a la Copa Mundial Brasil 2014, cuando a todas luces aparecía desde el comienzo con escasísimas posibilidades.

Pero no. Nada de esto se tratará en el encuentro de Río. No hay lugar para autocriticarnos. Otros son los corruptos. Y como escribió Fernández Moores, "si viviera, Panzeri estaría seguramente destapando alguna cloaca..."