Domingo 15 de diciembre del 2002
¡BASTA SEÑOR FERNANDEZ!
Por
Hernán Maldonado
Johnny Fernández, que hace rato le toma el pelo a los bolivianos, ha decidido que continuará haciéndolo, por lo menos mientras sigan votando por él borreguitos que creen en su discurso demagógico; en tanto haya sinvergüenzas que se suben a su carro electoral, y exista un gobierno dispuesto a tolerarle sus marrullerias.
El empresario acaba de regresar a Bolivia desde Estados Unidos ufanándose de estar instalando en Miami una fábrica de cerveza porque en Bolivia, según sus palabras, "no existen garantias para los inversionistas".
Y no solamente eso, sino que en Bolivia, "no se respetan las leyes" dijo, como si no fuera un empedernido deudor del estado boliviano. El burro hablando de orejas, diría mi abuela.
Desde hace más de 10 años se niega a pagar una deuda al fisco de 10 millones de dólares por impuestos. Con un ejército de abogados que impugnan, apelan, recusan, demandan, recurren de nulidad, etc, etc, el empresario se burla de la ley y no paga.
Una docena de jueces de diversa jerarquía, la Corte Departamental y la Corte Suprema de Justicia, el máximo tribunal constitucional del país, han determinado que Fernández y su familia deben pagar si o si.
Pero las chicanas que encuentra el imputado son tan variadas que a dos años de la sentencia de la Corte Suprema sigue amparándose en subterfugios legales y amenaza con más, en tanto gana tiempo para realizar sus "inversiones" en el exterior.
La incompetencia del Poder Ejecutivo para hacer cumplir las sentencias del Poder Judicial fue mostrada en toda su desnudez estos días cuando Impuestos Internos "remató" bienes que hace rato habían dejado de pertenecerle.
Pero antes de esto, ya se habían producido otros intentos de remate fracasados al no presentarse postores. Para que ocurriera esto fue determinante la amenaza del otro Fernández, el alcalde de Santa Cruz, Roberto, quien "exhortó" a los potenciales intereados a "no comprarse pleitos".
Y claro, con estos campeones de la pleitomanía, quién va a querer arriesgarse. Por eso es que en los remates que se han realizado (algunos con palos blancos) no se ha recaudado ni siquiera el 10 por ciento de lo adeudado y ya no hay mucho más para rematar porque ya los dineros volaron.
El primer fallo de la Corte Suprema se produjo durante del gobierno de Hugo Bánzer Suárez, pero como Fernández era uno de sus aliados, el ejecutivo obró con pies de plomo para que se exigiera el pago.
Con el actual gobierno, UCS se subió al carro gubernamental hipotecando sus cinco diputados y ahora Fernández apela a estos testaferros para que se destituya a todos los funcionarios de la Renta que remataron bienes que ya no le pertenecían.
El ministro de la Presidencia, Carlos Sánchez Berzaín, consultado al respecto, dijo que en la coalición gubernamental está Unión Cívica Solidaridad, que no le debe ninguna suma al Estado, y que el gobierno no tiene nada que ver con las deudas que pueda tener su jefe, el señor Fernández.
Si esto es así, entonces, la renta, servicios internos, el ministerio de Hacienda, etc seguramente pertenecen al Poder Celestial. ¿O no?
El actual gobierno necesita a los cinco levantamanos ucesistas en el parlamento. Si Bánzer miró para un lado ante las trapacerías de Fernández, Sánchez de Lozada, urgido de mantener su escuálida mayoría en el congreso, parece dispuesto a hacer lo mismo.
El gran perdedor es el pueblo boliviano porque el país parece la Villa de Aranjuez donde el ratón se come al gato y el ladrón acusa al juez, es decir todo al revés...
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