Bolivia Venezuela: ¿Dónde está la trampa?




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Domingo 19 de abril del 2009


¿DONDE ESTA LA TRAMPA?

Por Hernán Maldonado

La ingenuidad de nuestros políticos de oposición se puso una vez más de manifiesto con la aprobación de la Ley Electoral que regirá las elecciones presidenciales de diciembre. Pusieron a cuidar el queso al ratón.

Cuando todo parecía indicar que el juego quedaba trancado, como dicen los jugadores de dominó, el gobierno se sacó un as de la manga y se anotó a ganador vendiéndoles a sus oponentes espejitos de colores.

La huelga de hambre del señor Evo Morales, las amenazas de renuncia de los legisladores oficialistas, las tentativas de bloqueos al parlamento, no iban a conducir a nada porque son armas muy desprestigiadas.

Entonces desde la Sala Situacional del Palacio de Miraflores, en la lejana Caracas, se urdió el esquema que ha atornillado en el poder al petrodictador Hugo Chávez desde el infame referendo revocatorio del 15 de agosto del 2004.

El gobierno gritó ¡eureka! cuando se le transmitió la idea de la estructuración de un nuevo registro electoral "biométrico". Los opositores, cual corderitos mansos, aprobaron la "genial" idea.

Una lástima que no hayan estudiado los antecedentes de lo ocurrido en Venezuela. Ante la inminencia del referendo revocatorio en el que se daba por perdedor a Chávez, a su gobierno se le ocurrió la idea del registro biométrico.

Como eso no se puede hacer de la noche a la mañana (como afirma el gobierno de Morales y se lo cree ingenuamente la oposición), Chávez postergó por un año el revocatorio, dándose tiempo para crear las "misiones", la regaladera de dinero a diestra y siniestra, que doblegó voluntades, especialmente en la Venezuela rural.

Pero no sólo eso, sino que las famosas maquinitas "captahuellas" funcionaron defectuosamente en varias mesas el día de los comicios. Lo peor fue que hizo el proceso tan lento, que miles de personas desistieron de votar tras esperar hasta 10 horas o más en las colas de votantes.

Además, de cara a futuras elecciones, se identificó por el voto quiénes eran chavistas y quiénes no, de manera que salió a luz la infame "Lista Tascón" (por el apellido del diputado chavista Luis Tascón que las develó) y que hizo que perdieran sus trabajos millares de empleados públicos.

En los posteriores procesos electorales se comprobó que el tal registro biométrico, que costó 70 millones de dólares, no parió nada nuevo porque el anterior seguía vigente y que por esa razón en las elecciones votaban por Chávez, entre otros, miles de muertos, 8.000 personas mayores de 100 años de edad, 34.000 votantes con los mismos apellidos paterno y maternos y 40.000 individuos viviendo en la misma dirección, amén de infinidad de sujetos identificados sólo como Pato Donald, Superman o Mandrake.

Según cálculos oficiosos, en Bolivia se instalarán 24.000 mesas electorales. ¿Será posible instalar las captahuellas en todas ellas en tan corto tiempo? ¿Y qué se hará en esos pueblos donde no ha llegado áun la electricidad? El gobierno dice que no tiene todo el dinero para la adquisición de las maquinitas ¿Se prestarán éstas de Venezuela?

Se asegura que la flamante ley establece que si la Corte Nacional Electoral no logra hasta diciembre armar el rompecabezas, las elecciones se regirán por el sistema anterior, el plagado de irregularidades en el registro. Esa la trampa en la que cayeron los opositores como chorlitos. Si por lo menos leyeran los periódicos hubieran sabido lo que pasó y pasa en la Venezuela chavista. Amanecerá y veremos.





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