TODAVIA NO LLEGO EL DIA D A CUBA

Por Hernán Maldonado

Las campanas de las iglesias en La Habana repicaron y en el popular mercado Carlos III, mientras hablaba por TV el presidente Barack Obama, le fueron lanzados besos y se escuchó algún "I love you" (según testimonio de la popular bloguera Yoani Sánchez) cuando les informó a los cubanos que aumentarán las remesas y habrá mejoras en Internet.

Otros entusiastas colocaron en sus balcones banderas de Cuba y Estados Unidos, según The Associated Press. Casi todos los grandes medios del mundo encabezaron sus noticieros calificando el acuerdo entre los viejos enemigos de "Histórico" porque, ciertamente Cuba y Estados Unidos parecían dejar atrás su distanciamiento de cinco décadas.

Para los medios cubanos, en un santiamén, el "maldito imperio" se convirtió en "nuestro vecino del norte" y por primera vez la foto de un presidente norteamericano en la portada del diario oficialista Granma no incluía calificativos denigrantes.

¿Hay razones para este alboroto? El propio Obama, dijo el viernes que el cubano "sigue siendo un régimen que oprime a su pueblo", pero que las medidas acordadas con Raúl Castro contribuirán a que "el cambio llegue a Cuba" aunque piensa que esto "no ocurrirá rápidamente". Obama justificó el cambio de política porque el bloqueo de EE.UU. a Cuba "no funcionó".

Aparte del intercambio de presos, algo altamente criticable porque pone a la potencia del norte a merced de potenciales chantajes de otros grupos antiestadounidenses, lo que se le critica a Obama es que con su decisión virtualmente atornilla a los Castro en el poder, así sea por un tiempo más, incalculable a efectos prácticos.

La respuesta de Castro a Obama no se dejó esperar, el sábado ante el parlamento de su país dijo: "No debe pretenderse que para mejorar las relaciones con Estados Unidos, Cuba renuncie a las ideas por las que ha luchado por más de un siglo".

También aseguró que "no habrá completa normalización" hasta que EE.UU levante completamente el bloqueo. Este es un asunto capital. El único que puede hacerlo es el Congreso y desde enero el legislativo norteamericano estará en manos de los republicanos donde hay una significativa mayoría anticastrista.

Los republicanos tienen un enorme caudal electoral entre los casi 1.5 millones de exiliados cubanos. Una encuesta de The Miami Herald estableció que un 44% cree que debe eliminarse el embargo, con un 40% que cree que debe mantenerse.

Muchísimos cubano-americanos son prósperos empresarios en Florida, pero según la encuesta, solo un 12% invertiría en Cuba de restablecerse las relaciones. Un 75% no lo haría. Estas cifras concuerdan contra aspecto de la muestra. Si volviera la libertad a Cuba, solo un 9% regresaría contra un 88% que se quedaría en EE.UU.

"Entramos en el año 57 y con un pueblo como éste se puede llegar al año 570 de la Revolución", dijo desafiante el sábado Castro. Afirmó que exigirá que EE.UU. "respete nuestro sistema político". Obvio que quiere similares nexos a los que Washington tiene con China o Vietnam.

Por todo esto, como aconseja Yoani Sánchez: "A guardar las banderitas, no se pueden descorchar las botellas todavía y lo mejor es seguir presionando para que finalmente llegue el día D".