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Domingo 14 de mayo del 2005
ELECCIONES ANTICIPADAS
Por
Hernán Maldonado
El presidente Carlos Mesa caminó desde el palacio hasta San Francisco para "tomar el pulso a la gente" en momentos en que su gobierno parece una barca con huecos por todos los lados en medio de un mar embravecido.
Mesa me recordó aquella mañana del 4 de noviembre de 1964 cuando el presidente Víctor Paz Estenssoro, con un abrigo negro similar al que usó Mesa este fin de semana, salió de palacio con el mismo objetivo... aunque en el Alto lo esperaba el avión que lo llevaría a un nuevo exilio.
Obviamente a Mesa ni se le ocurre pensar en irse al exilio. Simplemente le aterra vivir en el exterior y desde que asumió el cargo ha dicho que su edecán, ante cualquier madrugonazo, tiene instrucciones de entregar las llaves de palacio al primero que las pida, pero que a él no lo despierten.
Mesa ya malgastó la posibilidad de la renuncia y ahora no esperara que lo derroquen. Por esto crece la presunción de que adelantará la realización de las elecciones presidenciales dada la convulsiva situación del país.
A ello nos conduce su indefinición en múltiples aspectos. Mesa nunca se despojó de su capacidad periodística moderadora. Fracasó como político. Por momentos asomó la calidad de estadista, pero no supo manejar los "timmings".
Los cocaleros, convertidos por la embajada estadounidense en una gran fuerza política electoral, creen llegado el momento de tomar el poder y se han puesto en la primera línea de los que quieren elecciones ya, seguros de que su padrino Hugo Chávez Frías está en lo cierto al pronosticar que el próximo presidente de Bolivia será Evo Morales.
ADN, del ex dictador Hugo Bánzer Suárez, sutilmente nos está recordando que, ante un caos como el que vive actualmente Bolivia, irrumpió en 1971 para poner orden y se ha sumado entusiasta al pedido de elecciones anticipadas.
Esa estrategia de gobernar del día a día se terminó para Mesa. El populismo sin un partido político que lo sustente, sin respaldo parlamentario, minaron su gobierno irremediablemente. Por ningún lado parece haber otra salida porque Mesa no se apoyará en los militares, ni éstos quieren cargar con el muerto.
Así las cosas, el panorama económico del país está más negro que el abrigo de Mesa. Antes que la nueva ley hidrocarburífera habrá que priorizar ahora el evento electoral. Esto avivará los apetitos, pero aplacará esas ansias de destrucción nacional que salen desde Tarija y recorren el eje central para terminar en Santa Cruz.
Los que piden elecciones no le dicen al país qué clase de gobierno proponen, así que cualquiera que elijamos estaremos en las mismas. Muy difícil que alguno de los candidatos obtenga una mayoría considerable como para hacer un gobierno fuerte, sólido, duradero, viable.
Claro que la política es el arte de lo posible y nada debe descartarse, pero en estos momentos en que las mayorías nacionales parecen estar tan desencantadas con los partidos políticos tradicionales, sin que haya emergido uno nuevo (Pregúntenle a Filemón Escobar si el MAS puede llamarse así), no veo que las elecciones sean la solución buscada por el país.
Bolivia se acostumbró en los últimos tiempos a ser manejada por grupos de presión. Basta que una minoría bloquee un camino para ser tomada en serio. Si no veáse nomás qué porcentaje electoral alcanzó el partido de Felipe "El Mallcu" Quispe y sin embargo pareciera que manda en el país.
Así también ocurre con los cocaleros del Chapare y su partido. Hasta hace poco eran presentados en el mundo como lo que son, productores de la materia prima para la cocaína, pero en los últimos meses gracias a una elaborada campaña de la prensa rosa aparecen internacionalmente como la alternativa política de Bolivia.
Morales está en los diarios del mundo, ya no como líder de los cocaleros, sino como el hombre que se sienta al lado de Chávez y Fidel Castro, como el invitado de honor de estos personajes que tienen los riñones de reclamar por los derechos humanos, cuando tienen presos políticos en sus cárceles.
Pero bueno, por ahí dicen que cada país tiene el gobierno que se merece y dado el enorme fracaso del "interinato" de Mesa estamos otra vez ante nuevas elecciones. ¿Me equivoco?
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