EL ALCALDE INDIGNO DE SANTA CRUZ

Por Hernán Maldonado

La periodista de Red Uno, Mercedes Guzmán, llegó cuando ya el alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, se aprestaba a iniciar su rueda de prensa. La agraciada joven se sentó a la izquierda del burgomaestre quien de buenas a primeras le agarró la pierna derecha.

Guzmán tomó la mano del abusivo y la apartó de sí. Pero él insistió. "Déjame tocar. No seas tacaña", dijo ante risotadas de la concurrencia. La periodista volvió a retirarle la mano de su pierna.

La noche anterior en CNN la fiscal venezolana Luisa Ortega Diaz llamó a su entrevistador "desinformado" e Ismael Cala no se "caló" el irrespeto y la alta funcionaria chavista quedó tan avergonzada que a lo único que atinó fue a decir: "Buenas noches" y se retiró del set.

Mercedes, ni siquiera como periodista, sino como mujer -y más aún, como casada que es-- podía haberle propinado una bofetada al irrespetuoso alcalde o al menos irse de la rueda de prensa para desagraviarse a sí misma.

Como parece que este tipo de cosas son "normales" en Bolivia, la joven permaneció hasta el final para entrevistar a Fernández, quien volvió a irrespetarla y, a través de ella, a todo el país. Cuando Mercedes le pregunto qué obras grandes inauguraría, el impúdico alcalde insinuó que lo único "grande" era lo que tenía debajo del cinturón.

Asombrado pregunté a mis colegas que les parecía el vídeo que circuló por todo el mundo por las redes sociales. "Ese siempre es así", me dijo uno de ellos. "Es más, a mucha gente le parece gracioso y como el presidente Evo Morales dijo que es el mejor alcalde de Bolivia, no te extrañe que vaya a la reelección por el oficialismo y gane", añadió.

Las principales asociaciones de periodismo de Bolivia reaccionaron tímidamente ante el ultraje en el entendido de que se trata de un delito de acción privado y que depende de la agraviada si decide demandar penalmente al alcalde de la segunda ciudad más importante del país.

Fernández, luego de que algunos partidos políticos expresaron su deseo de llevarlo ante los tribunales de justicia, emitió un comunicado revelando que se disculpó ante su víctima y que se consideraba víctima de una campaña mediática.

El comunicado destaca que "algunos medios de prensa y personas interesadas en manchar su imagen", de forma "malintencionada" han "usado hechos que han sido sacados fuera de contexto, que son irrelevantes, en una maniobra del más bajo nivel político…", reseñó El Deber.

En la óptica de Fernández también fue un hecho irrelevante el que el año pasado haya tocado deliberadamente el trasero de la concejala Desiree Bravo en un acto público o que llame cotidianamente a los periodistas alcahuetes, criminales y burros.

Lo que a simple vista parecen hechos atribuibles a un enajenado o un pervertido sexual, en Bolivia no tiene visos de escándalo mayúsculo por el inocultable machismo. Hasta Morales hace algún tiempo reveló que muchas embarazadas en el país se pintan en sus abultadas barrigas la frase: "Evo cumple"… Y no pasa nada. ¿O sí?

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