CORREA SIEMBRA VIENTOS Y...

Por Hernán Maldonado

Estoy seguro que pasará un buen tiempo hasta que se aclare qué es lo que verdaderamente ocurrió este 30 de septiembre en Ecuador. Lo importante es que el hilo constitucional no se rompió y el presidente Rafael Correa se mantiene en el cargo.

Sin embargo lo que resalta a primera vista es que es innegable que en estos tiempos hay gobiernos cuyo origen es democrático, pero que en el ejercició del poder se ilegalizan por sus atropellos a las leyes fundamentales. Lo vemos en Bolivia y Venezuela.

Correa, con un buen respaldo del voto popular logró la primera magistratura, pero no ha podido erigirse en el estadista que esperaban los ecuatorianos al encabezar un régimen de permanente confrontación y de discurso violento. Y ya sabemos que el que siembra vientos cosecha tempestades.

En esto ha copiado al pie de la letra al petrodictador Hugo Chávez, su principal aliado internacional, que le ha favorecido con obsequios como taladros para su industria petrolera y hasta con seis aviones Mirage, amén de generosos desembolsos económicos.

Como Chávez, Correa también convocó a un referendo para modificar la Constitución que le permitiera reelegirse, atropelló el Congreso y quiere convertir a la prensa en estrado de sus pies.

Son célebres sus encontronazos con los periodistas a los que en entrevistas manda a callar o los expulsa. Con verbo inflamado califica programas televisivos de "porquerias". Amenaza a medios con cierres y en el caso de TeleAmazonas, lo consiguió aunque por pocos días.

Sus adversarios políticos no son tales, sino enemigos de la patria o quintacolumnistas del "imperio". Quizás por esto aseguró que Cuba "es una democracia a su manera" en entrevista a Jorge Ramos de Univision.

En la asonada policial del jueves Correa pudo enviar a uno de sus subalternos a explicarles a los amotinados porqué el Congreso les eliminó ciertos beneficios, pero no, sino que optó por ir allí más que en son de paz, como un guapetón de barrio.

El que se abriera la camisa y desafiara a los policías a matarlo, está en su naturaleza de incitador a la violencia. Correa eso es lo que ha hecho desde el primer día de su mandato. Al igual que Chavez, quiere dividir su paìs entre los que están con él y los que se le oponen.

Y respecto a lo ocurrio, habrá que preguntarse ¿cómo es que estando secuestrado siguió gobernando, dándo órdenes, encadenando al país por radio y TV, movilizando a los militares y declarando a la prensa internacional?

¿Cómo es que los cientos de policias que lo secuestraban (dentro del hospital) lo entregaron sin oponerse a los militares y cómo es que un "secuestrado" que se supone estuvo por 11 horas entre la vida y la muerte aparece en el balcón presidencial a lo minutos de su liberación de cuello y corbata? Quizás lo sepamos algún día.