Domingo 10 de agosto del 2008
LA DIARREA PRESIDENCIAL
Por
Hernán Maldonado
Todos los presidentes, como humanos que son, han padecido alguna vez de los estragos de una diarrea, pero es harina de otro costal el que un Jefe de Estado describa con lujo de detalles las urgencias de sus intestinos en una rueda de prensa televisada a nivel nacional.
"Yo andaba con un cólico... tenía diarrea, estaba sudando frío y apretaba aquí abajo....estaba pariendo..." y le dije (al chófer): "Arranque compadre, porque si no, le dejó aquí la....", contó Hugo Chávez en su "Aló Presidente" el domingo 3 de agosto.
Por largos minutos el petrodictador venezolano aludió al desenfreno de sus flatulencias en medio de un acto público. Describió sus angustias por encontrar una mata detrás de la cual desembarazar sus excrecencias y el sudor frío que lo acompañó cuando creyó encontrar, aliviado, el lugar apropiado pero que... "estaba lleno de periodistas..."
Todo había comenzado cuando lo invitaron a tomar el mando de un taladro en medio de un túnel en construcción, cuya vibración supuestamente contribuyó a que se desmenezuran en sus entrañas sus estreñimientos. Entonces caminó "angustiado y apretadito" tras la salida, la mata y su chófer...
Pero otra es la diarrea presidencial que angustia a la democracia venezolana. El 31 de julio, a sólo horas de que se venza el plazo de 18 meses que le dio la genuflexa Asamblea Nacional para gobernar mediante decretos, el petrodictador aprobó 26 leyes que modifican ilegalmente la Constitución Política del Estado.
Tan apurado estuvo Chávez que en la Gaceta Oficial sólo fueron publicados los títulos de esas leyes, la mayoría de ellas rechazadas por el pueblo venezolano en el referendo del 2 de diciembre del 2007, cuando pretendió imponer su reelección y su "Socialismo del Siglo XXI".
Quizás se explique ahora porqué ese triunfo popular fue calificado por él mismo como "una victoria de m..." El caricaturista "Edo", del diario El Mundo, resumió el ultraje con la publicación de un rollo de papel higiénico en cuyas láminas se lee "No a la reforma" porque cree que el diarreico presidente usó ese papel.
Una de esas leyes, reforma insconstitucionalmente la Carta Magna, al crear una milicia popular al puro estilo cubano y pone a las Fuerzas Armadas bajo su mando al crear para si mismo el cargo de jefe supremo. El teniente coronel que fue aplazado en un curso de Estado Mayor para ascender a coronel, ahora será un general de cuatro estrellas.
El estudiantado, artífice de la victoria de diciembre, ha convocado a manifestaciones callejeras para expresar su indignación, mientras la dirigencia política cree que la mejor manera de volverle a decir NO al petrodictador es acudir en masa a las elecciones regionales del 23 de noviembre.
Estaba escrito. Gabriel García Márquez reveló que a pocos días de asumir Chávez el gobierno, éste le contó su vida. El célebre escritor recuerda haber "conversado a gusto con dos hombres opuestos. Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y el otro, un ilusionista, que podía pasar a la historia como un déspota más".
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