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Domingo 12 de agosto del 2007
¿DECLARACIONES IRRESPONSABLES?
Por
Hernán Maldonado
Hace ya más de 30 años, en el apogeo de las negociaciones boliviano-chilenas, el embajador del dictador Hugo Bánzer en Santiago desembarcó en La Paz y mostrando su maletín ejecutivo a los periodistas anunció solemnemente mas o menos así: "aquí traigo el mar para Bolivia".
Olvidaba un detalle que surgiría más tarde. Guillermo Gutiérrez Vea Murguía había pasado por alto que Chile podría ser el dueño del candado, pero que las llaves las tenía Perú, al que todavía no se había consultado como lo establece el tratado peruano-chileno de 1929.
Innecesario recordar que perdió el cargo. Fue reemplazado por Adalberto Violand. En las actuales negociaciones ya han caido los cónsules José E. Pinelo y Roberto Finot, ambos por hacer casi el mismo anuncio: "Está cerca" la solución a la demanda marítima boliviana.
Hace tres décadas las negociaciones eran sobre un tema único. Ahora son parte de una agenda de 13 puntos, incluido el gas del que nada se sabía en los años 70. Por esto no comprendo porqué el presidente Evo Morales dice que Bolivia "pronto tendrá una salida al mar" (algo absolutamente negado por Santiago, por si fuera poco). Si es así, entonces es abusivo el despido de Pinelo y Finot.
También llama la atención que Bolivia no se haya echado fervorosa a las calles a celebrar el anuncio de Morales. Peor todavía, su frase fue unánimemente destacada más a nivel internacional que nacional. Insólito, pero hasta un diario paceño que desde el nefasto Tratado de 1904 da prioridad a todo lo relativo al tema, informó el martes que Morales "no habló" sobre el mar.
El "regalo" de Navidad de Bánzer al pueblo boliviano aquél 24 de diciembre de 1976 fue el anuncio de la muerte de las negociaciones que habían empezado el 7 de febrero de 1975 (Tras el "Abrazo de Charaña") con la reanudación de relaciones diplomáticas.
A una propuesta boliviana (16 diciembre 1975), Chile respondió su disposición a otorgar a Bolivia "una franja terrestre en trueque territorial".
Chile comunicó el principio de acuerdo a Perú. Lima exigió reuniones bilaterales peruano-chilenas, las que comenzaron el 19 abril 1976 y se alargaron hasta el 19 de noviembre cuando Lima hizo de aguafiestas.
Perú propuso una "zona trinacional de soberania compartida" al final del corredor terrestre ofrecido por Chile a Bolivia. Santiago hasta "declinó considerar" la proposición peruana "por incidir en la soberania chilena". Pero ya el acuerdo chileno-boliviano, aún desde antes estaba condenado a morir porque mayoritariamente el país nacional se oponía a cualquier canje territorial. Lo admitió Bánzer aquella Nochebuena.
Ahora ¿en qué se basa el anuncio de Morales de que "pronto tendremos una salida al mar"? Aún en el hipotético caso de que fuera cierto, ¿será necesario participar a Perú? Y este país ¿se de tomará como en 1976 casi un año en opinar? Y si todo estuviera efectivamente listo, ¿acaso no tiene que aprobarse cualquier acuerdo de ese tipo en el Congreso Nacional?, quizás tras realizarse inclusive un referendo. ¿Todo esto es "pronto"? Y pensar que Finot fue despedido por "crear falsas expectativas en la población".
¿Pero dónde está el queso de la empanada? Sólo muy pocos saben las razones del optimismo de Morales y su inefable canciller David Choquehuanca. El diario chileno La Nación cree que la base de las nuevas negociaciones está en una vieja propuesta del presidente Ricardo Lagos que "consistia en un puerto operando como enclave, bajo administración de Bolivia" con un corredor de acceso en el que Chile no perdería su soberanía. Amanecerá y veremos.
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