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Domingo 5 de agosto del 2007
LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
Por
Hernán Maldonado
Hugo Chávez Frías se jacta de haber puesto en vigencia en Venezuela la "democracia participativa". Y en efecto, así es. En cada oportunidad en que tiene un micrófono "participa" lo que se le ha ocurrido. Como disciplinado admirador de su "comandante", el presidente Evo Morales anda por el mismo camino.
Entonces ¿por qué extrañarse de la más reciente ocurrencia de Morales de que el himno nacional lo cantemos con el puño izquierdo en alto y el brazo derecho sobre el corazón? Esta vez ni Alvaro García Linera ha tratado de corregir el entuerto. Quizás el vicepresidente todavía analiza el bochorno que significó la reciente visita de Morales al Perú, cuyas autoridades muy elegantemente le dijeron "entrometido" y sutilmente le recordaron la importancia de respetar su soberania. El presidente Alan García, si seguimos el noticiero del canal 2 de la TV peruana, le espetó a Morales "Cómo jodes, ¿no?", en respuesta a un "chiste" del boliviano que le salió morisqueta. Felizmente la visita duró sólo 10 horas.
Pero hasta en eso Morales le copia a Chávez. El autócrata donde quiera que va se mete en asuntos internos, viola desvergonzadamente la soberania de los países, insulta a sus gobernantes (A Vicente Fox, de México, lo llamó "cachorro del imperio", a García le calificó de ladrón), encabeza manifestaciones y participa (con ciertos de sus colegas haciéndose de la vista gorda) que ha decidido construirles un hospital, una autopista, una refineria, un colegio o simplemente afloja los petrodólares.
A nivel interno ocurre lo mismo. Los domingos el programa más sintonizado es el "Aló Presidente". Casi siempre comienza con "se me ha ocurrido", "he decidido", "he nombrado". Ahí uno se entera qué es lo que va a pasar, quién fue destituido, quién es el nuevo ministro, quien el nuevo embajador, o cuántos millones los destina para tal o cual cosa. "Democracia participativa", ¿o no?
El cierre de RCTV dejó tan mal parado a su régimen en el exterior que Chávez inventó un viaje oficial a Moscú (los rusos rechazaron ese carácter y la Duma hasta se negó a recibirlo en sesión especial), a Bielorusia e Irán. Ahora, tras habernos revelado el último domingo micrófono en mano, que el gasoducto al sur no va más "por falta de interés" de los que iban a beneficiarse, buscará tapar el ridículo en que quedó por ese proyecto alocado con una gira por Argentina, Uruguay y Bolivia, por supuesto, blandiendo los petrodólares.
A Bolivia ya mandó parte de su cuerpo elite de protección. 70 hombres llegaron a Santa Cruz. Obviamente los "defensores de la soberania nacional", actualmente en el poder, no exigen que haya una expresa autorización del Congreso (como machaconamente insistieron y lograron cuando tropas estadounidenses quisieron hace cuatro años llegar a Boyuibe para construir acueductos y redes de alcantarillado).
Así que nada de extrañarse de que durante la visita sea el aparataje chavista el que imponga condiciones a las autoridades policiales, los periodistas y hasta a nuestros militares, como ocurrió en las visitas anteriores de Chávez. ¡Viva la soberanía nacional! Y ¡abajo la injerencia extranjera¡ (Excepto la venezolana y cubana en Bolivia o la de Bolivia en Perú, ¿o no?).
Y los asambleistas de Sucre que no sigan rebanándose los sesos si en la nueva Constitución deberán poner si a la "democracia representativa" boliviana (El pueblo delibera por medio de sus representantes) deben añadirle lo de "participativa". A los efectos prácticos ya sabemos lo que significa para presidentes como Chávez y Morales.
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