Domingo 8 de abril del 2007
OTRA "COINCIDENCIA" MAS
Por
Hernán Maldonado
Hace poco me reencontré con un viejo amigo. "Vivo de mis rentas", me dijo. Por dadivosidad familiar, más que por esfuerzo propio, usufructúa de un inmueble. Como su vida no ha sido un ejemplo de dedicación al trabajo, tiene una débil percepción de lo que significa ganarse el pan con el sudor de la frente.
Me contó que ultimamente esas "rentas" no estaban del todo saludables porque le devolvieron un garaje alquilado. "Era un pobre diablo y por eso le arrrendé a un precio bajo, pero después no quiso aumentarme el arrendamiento. Se marchó y ahora no puedo alquilar a nadie", me dijo.
Da la casualidad que yo conocía a ese "pobre diablo". Me dijo: "Puse una heladeria y me iba bien. El casero se lleno de envidia, o no sé qué, y empezó a hostigarme para que le aumentara el alquiler. Su cantaleta era que yo estaba ganando mucho".
Esta pequeña anécdota, que se repite en muchas partes, coincide con el anuncio del gobierno de "nacionalizar" la compañía telefónica italiana Entel, con la excusa de que se le han detectado "irregularidades".
Entel hizo pública su sorpresa por el anuncio gubernamental dejando en claro que "no conoce los resultados del proceso de revisión técnica, financiera y legal" que habría realizado el régimen, como afirma el decreto "prenacionalizador".
Según datos estadísticos públicos, Entel controla el 68% de la telefonía de larga distancia, 67% de la móvil y el 90% de los servicios de internet. Sus ejecutivos, contradiciendo al gobierno, afirman que han invertido en Bolivia, desde 1996, 610 millones de dólares, es decir 10 millones más de lo que les obligaba la privatización. El gobierno dice que fueron sólo 466 millones.
El vicepresidente Alvaro García Linera, que para mi es un "presidente de facto o un copresidente", explicó el Viernes Santo que la idea del gobierno es que Entel pase "al menos en un 51 por ciento, puede ser un 100 por ciento, a manos del Estado y la rentabilidad quedará en manos de los bolivianos para potenciar el sector de telecomunicaciones, ampliar a otros ámbitos y apoyar otro tipo de actividades productivas en Bolivia".
¡Vaya con las ganas de cambiar de caballo a mitad del río! Pienso que si los bolivianos tuviéramos un poco de memoria nos opondríamos a éste entusiasmo "nacionalizador" del régimen, a menos que se nos garantice 100 por ciento de que no volveremos a etapas ya superadas.
Hoy Bolivia es uno de los países con accesibles o los más bajos costos de telefonía. ¿O es que no nos dice nada la proliferación de centros de llamadas nacionales e internacionales hasta en pequeños pueblos del país?
Antes, tener un teléfono en cualquier ciudad era un calvario. Había esperas de hasta ocho o más años para conseguirlo. Los transpasos de línea costaban miles de dólares y para llamadas de larga distancia había que trasladarse a la sede de la telefónica. Las reparaciones eran un cuento de nunca acabar y era común que uno llamara a su médico y le contestase Mandrake el Mago, si es que la línea no sonaba incansablemente ocupada.
"Corresponde expresar sorpresa por la referencia en un decreto supremo a supuestas irregularidades administrativas que serían tan relevantes para justificar una intervención del Estado, sin que exista alguna resolución administrativa o judicial al respecto", dijo Entel, como recordándonos que el actual gobierno tiene la tendencia a "disparar primero y averiguar después". El triste caso de ese honorable hombre que es José María Bakovic, fue apenas el comienzo.
Me parece una coincidencia más con lo que está sucediendo en Venezuela. La vieja CANTV que era un nido de pésimo servicio, incapacidad y corrupción colosales, pero que ahora es próspera en manos privadas, por reciente orden de Hugo Chávez está siendo nacionalizada, justo cuando los usuarios venezolanos pensaban haber dejado atrás las pesadillas del pasado.
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