En los primeros días de la era Evo, la prensa extranjera se dio un banquete con las fotos del mandatario electo recorriendo “las Europas” descorbatado, sin que hayan faltado, empero, críticas. Un diario español, por ejemplo, dijo que si Morales quería presentarse como un indio no debía renunciar a la típica vestimenta indígena.

Con motivo de la Conferencia de Viena, el corresponsal del diario La Nación, de Argentina, dijo más o menos lo mismo, sosteniendo que en eso si son auténticos los dignatarios chinos, árabes, africanos, etc., al vestir en actos oficiales sus atuendos originarios.

El comentario del diario argentino fue en relación a la forma en que se presentó al banquete oficial el canciller de Bolivia, David Choquehuanca. “Con su chamarra de cuero negro y una camisa del mismo color abierta en el cuello, cualquier despistado habría creido que alguno de los choferes de las limusinas se coló en la fiesta”, describió.

Pero más que sobre la vestimenta del canciller, de lo que se escribe de él en el exterior es sobre sus declaraciones pintorescas, como esa de proponer que el mate de coca reemplace al desayuno escolar, su admisión de que no lee libros desde hace 15 años o que sus conocimientos salen de sus lecturas de las hojas de coca y las arrugas de su abuelo.

El diario The Wall Street Journal, en su edición del 6 de Julio, publicó un extenso artículo aludiendo, entre otras cosas, a las “Choquehuantadas”, término con el que en círculos diplomáticos de La Paz se conocerian algunas de las ocurrencias del canciller boliviano.

No obstante el mismo diario estadounidense revela que el canciller de Ecuador, Francisco Carrión, cree que Choquehuanca “es un hombre muy sabio” y le envidia la vestimenta, porque le gustaria también a él dejar el traje y la corbata.

Lo que Carrión parece olvidar es que el hombre sabio dice más cuando calla que cuando habla. Choquehuanca habla más de lo que debería. Justamente el pasado fin de semana casi asegura que el presidente George W. Bush recibirá en la Casa Blanca a la misión que encabezará en Washington el vicepresidente Alvaro García Linera para que Estados Unidos prolongue la vigencia del ATPDEA, como si ese tipo de reuniones pudieran producirse por generación espontánea.

Antes de esto despertó la furia de Asunción porque el Consejo Nacional de Refugiados, que depende de su despacho, otorgó asilo a dos izquierdistas paraguayos acusados del asesinato de Cecilia Cubas, hija de un ex presidente de ese país. Impávidamente, además, dijo que la decisión fue tomada por “Conare y la oficina regional de ACNUR”, cuando a todas luces la oficina regional del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, con sede en Buenos Aires, no tuvo arte ni parte en el asunto. Un “sabio” que no sólo habla mucho, sino que miente.