Domingo 11 de noviembre del 2007
CHAVEZ ESCUCHA CAMPANAS
Por
Hernán Maldonado
El teniente coronel Hugo Chávez Frías, que a nivel internacional ha sacado de quicio hasta al Rey de España, escucha campanas, pero no sábe dónde. Eso lo tiene inquieto, nervioso, recalcitrante, insomne y busca apagar el incendio que desató en Venezuela regando a izquierda y derecha gasolina de alto octanaje.
En un discurso impropio de un jefe de Estado el 4 de noviembre ordenó a sus secuaces a apelar a cualquier medio con tal de acallar las diarias y multitudinarias protestas estudiantiles contra su pretensión de atornillarse para siempre en la presidencia. Fotos de sus pistoleros han recorrido el mundo. Otra perorata impropia fue la que pronunció en la Cumbre Iberoamericana de Chile, al punto que el rey Juan Carlos lo mandó a callar.
"Nada ni nadie me detendrá", gritó hace una semana sin ocultar su iracundia porque su más estrecho aliado, "compadre y hermano del alma", el ex ministro de Defensa hasta el 5 de julio, general Raúl I. Baduel, llamó a la ciudadania y sus ex compañeros de armas a oponerse a su alocado proyecto de instaurar en el país un socialismo a la cubana.
Baduel, como comandante de la guarnición de Maracay, de gran potencial bélico, fue quien posibilitó el regreso de Chávez a la presidencia luego de su fugaz derrocamiento el 11 de abril del 2002. Chávez lo elevó a la categoría de héroe y nunca se atrevió a tocarlo, ni aún cuando se hizo sospechoso de ser un líder entre los militares institucionalistas opuesto al chavismo recalcitrante encabezado por su ex predecesor en el cargo, Jorge Luis García Carneiro.
La sorda lucha negada tozudamente por el gobierno, acaba de ser confirmada por el capitán (retirado) Eliezer Otaiza, quien ahora acusa a Baduel de haber, con sus posturas institucionalistas, "fomentado la indisciplina" entre los uniformados. Quizás por aquí habría que comenzar a buscar a los autores de esa infame campaña pornográfica antiBaduel de fines del año pasado que se abrió paso por Internet y que fue recogida inclusive por una cadena de televisión.
En medio de la grave convulsión política que vive Venezuela resulta difícil avizorar las consecuencias del pronunciamiento de Baduel. Hay quienes creen que le puso un plomo en el ala a Chávez. Pero hay también quienes creen que el general podría ser un peón en el tablero político del petrodictador. Estos últimos recuerdan al comandante Francisco Arias Cárdenas.
Este militar fue íntimo amigo de Chávez y ambos lideraron los frustrados golpes de estado de febrero y noviembre del 2002 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Pero al comienzo del gobierno de Chávez, Arias Cárdenas formó tienda aparte y dividió a la oposición para las elecciones en la que su ex amigo fue ratificado en la presidencia.
Durante los sucesos de abril del 2002, Arias Cárdenas se presentó en Radio Caracas Televisión para aplaudir el efímero derrocamiento de Chávez. Lo acusó de "asesino, psicópata, ególatra", etc. Cuando Chávez recuperó el cargo ni se molestó con lo dicho por su "rival" político y más bien lo nombró embajador ante las Naciones Unidas.
Muchos opositores ven en Baduel a un clon de Arias Cardenas. Las dudas se acentúan porque el ex ministro afirma que Chávez incurrirá en un "golpe de Estado", si aprueba la nueva Constitución, pero hasta ayer nomás y con todo el poder militar en sus manos, callaba ante toda ilegalidad de su "compadre", inclusive cuando en sus narices el petrodictador obligaba a gritar a los uniformados "patria, socialismo o muerte", olvidándose que la ley proclama la apoliticidad de la fuerza armada. Amanecerá y veremos.
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