Domingo 10 de agosto del 2003
LA HORA CRUCIAL DEL COMANDANTE
Por
Hernán Maldonado
El comandante Hugo Chávez Frías durante meses le ha dicho a los venezolanos que la única manera de sacarlo del poder es mediante el referendo revocatorio.
Blandiendo la constitución venezolana, que considera su biblia y que redactó en sus días de mayor gloria, frenó entre diciembre y enero los intentos de la oposición de sacarlo con una huelga como nunca ningún país vivió en el mundo.
Antes que renunciar, prefirió que la economía del país se derrumbara, que se destrozara la rica industria petrolera, que subiera el desempleo a índices jamás vistos. No le importó el hambre que agobia a dos millones de venezolanos.
"Esperen el referendo revocatorio", dijo una y otra vez refiriéndose a la facultad que pone la Constitución en manos de los venezolanos para revocarle el mandato al cumplir la mitad de su periodo.
Pues bien, el plazo que él mismo se dio, ha llegado. Será el 19 de agosto, ni un día más ni un día menos.
Con la monserga de que "hay que esperar al 19 de agosto", Chavez frenó los aprestos violentos para acortarle el mandato. Ante la inminencia de que la sangre llegara al río, el Grupo de Países Amigos, la OEA y el Centro Carter, facilitaron un acuerdo entre gobierno y oposición para esperar el 19 de agosto.
Ahora que se acerca la fecha, cuando todas las encuestas, oficiales y extraoficiales dicen que el 82 por ciento del país prefiere el revocatorio a las opciones violentas, el comandante pone pretextos de toda índole. Sus diputados en la Asamblea Nacional apelan desde hace cuatro meses a toda marrullería para no elegir a los cinco miembros de la Corte Nacional Electoral.
El Tribunal Supremo de Justicia le dio un plazo de 10 días para elegir, so pena de hacerlo por su cuenta. Hasta el fiscal general de la república, un chavista confeso, ha decidido respaldar al Tribunal. La Asamblea, sin embargo, amenaza con destituir a los supremos y elegir a nuevos. Peor todavía, los diputados chavistas amenazan con sacar a los temidos "círculos bolivarianos" a la calle.
Chávez se sabe perdido y busca toda excusa para impedir el revocatorio. Sostiene ahora que, "si hay revocatorio", primero deberá comenzar por los alcaldes, gobernadores, etc., lo que, en sus cálculos, posibilitaría su propio revocatorio recién el 2004, si acaso. Su comandante del ejército, general Jorge García Carneiro, descalificó a priori la realización del referendo.
Meses diciéndole a la gente que debe esperar el revocatorio, y ahora Chávez se niega a someterse a él. ¿Qué es lo que busca Chávez? No cabe ya ninguna duda: la confrontación.
Chávez finalmente parece haberse dado cuenta que su gobierno entró en su etapa final y busca alargar la agonía. Las trácalas que aún tiene a mano son varias. La más obvia parece ser que buscará una provocación que le permita dictar un estado de excepción y al amparo de éste declarar que "no están dadas las condiciones" para realizar el revocatorio.
Pero lo que Chávez no quiere admitir es que el problema de Venezuela hace rato que ha dejado de ser interno. Cuba está bien metida en Venezuela, y Estados Unidos se ha puesto a la espalda a la oposición.
¿Qué va a pasar en Venezuela en las próximas semanas? ¿Radicalizará su "proceso" Chávez? ¿Habrá estado de excepción? ¿Se saldrá con la suya la oposición? O quizás surja una solución intermedia que evite luctuosos días a la patria del Libertador.
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