Domingo 19 de agosto del 2007
LA CANALLADA DEL MINISTRO
Por
Hernán Maldonado
Bolivia no dejó margen a ninguna duda. "Debemos afirmar que la indicada aeronave únicamente hizo un sobrevuelo en territorio boliviano, no aterrizó en ningún aeropuerto del país", declaró el ministro de Gobierno Alfredo Rada. Su colega venezolano Pedro Carreño quedó al descubierto como un gran mentiroso, una vez más.
El escándalo del maletín con 800.000 dólares descubierto en Buenos Aires la madrugada del 5 de agosto crece como la espuma. Hasta ahora han caido dos altos funcionarios de los gobiernos de Nestor Kirchner y Hugo Chávez. El argentino fue rapidísimo en defenestrar a Claudio Uberti, titular del Organo de Control de Concesiones Viales. Chávez demoró 11 días en desprenderse de Diego Uzcátegui, gerente de PDVSA América.
La jueza argentina María Novatti dictó orden de captura internacional contra el venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson, el hombre que aquella madrugada cargaba la maleta de los dólares. En realidad nada hubiera pasado si este empresario aceptaba que introducía ilegalmente ese dinero a Argentina, perdía la mitad del monto decomisado y se iba con los 400.000 restantes. Ocurre que se hizo sospechoso al desaparecer sin reclamar ese dinero y lo que era una infracción aduanera se convirtió en un delito. Y veremos dónde comenzó y hasta dónde llega.
La prensa en Argentina y Venezuela prendió sus alarmas tras conocerse el insólito asunto y desde el mundo político se sospecha que es una prueba fehaciente de cómo el petroimperio de Chávez, a punta de "maletinazos", está ampliando su influencia en América Latina.
Chávez y Kirchner ocultaron el escándalo mientras duró la visita del venezolano a Argentina entre el 6 y 7 de agosto, pero al llegar a Montevideo Chávez furibundo aseguró que la peor calamidad mundial "son los medios de comunicación". Afirmó descaradamente que "ningún funcionario" de su gobierno formaba parte de las ocho personas que viajaron en el avión ejecutivo. Obviamente mentía. Viajaron tres funcionarios de PDVSA.
En Caracas, el vicepresidente Jorge Rodríguez, con insólito furor gritó que se trataba de una "asquerosa cortina de humo" para enlodar al régimen chavista. El Fiscal General, Isaias Rodríguez, dijo con desparpajo que no tenía nada que investigar, que eso era un "asunto de la justicia argentina", sin reparar que en Venezuela es un delito viajar con más de 10.000 dólares sin declarar a las autoridades y que para un empresario, por muy influyente que sea, es casi imposible trasladar en efectivo 800.000 dólares.
Pero como el régimen de Chávez se ha vuelto previsible en sus trapacerías, el periodista Miguel Angel Rodríguez, de RCTV internacional, pronosticó el lunes 13: "La culpa se la echarán a Bolivia. Dirán que la maleta fue cargada en una escala en Santa Cruz".
Efectivamente, horas más tarde el ministro del Interior, Pedro Carreño, sostuvo que "había que investigar si la maleta no fue puesta a bordo en Bolivia". El cuento no se lo comió nadie y acabó por desvanecerse tras el categórico pronunciamiento del gobierno boliviano.
Carreño apareció una vez más como el gran mentiroso. En su condición de diputado el 2002 aseguró que "el imperialismo" espiaba a todos los venezolanos subscritos a la televisión por cable. Se superó a si mismo en un famoso discurso en el parlamento al anunciar que tenía pruebas de que el pillo Vladimiro Montesinos estaba muerto, buscando desvanecer las pesquizas de la periodista Patricia Poleo (Premio Rey de España por ese labor) que condujeron al apresamiento del peruano en Venezuela, donde vivía bajo el amparo del chavismo.
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