Lunes 19 de julio del 2004
BOLIVIA DOBLA LA PAGINA
Por
Hernán Maldonado
El referendo sobre el gas quedó atrás. El pueblo expresó su opinión. Se cierra un capítulo en la historia de Bolivia. Ahora es turno de los legisladores. Los inmediatistas, los que quieren que las cosas se hagan ya, se sentirán frustrados.
Lamentablemente nada de lo que surge del referendo puede ejecutarse de la noche a la mañana. El paquidérmico parlamento debe poner manos a la obra. La otra Bolivia, la representativa, debe darle marco legal al resultado del referendo.
Si estos mal llamados "padres de la patria" no se ponen de acuerdo en cosas tan sencillas como el de designar a empleados públicos para que funcionen los organismos del Estado, ¿qué podremos esperar de ellos cuando tengan que debatir sobre la nueva ley de hidrocarburos?
¿Cuántas lunas transcurrirán hasta que veamos la luz del nuevo amanecer? Los "representantes" nacionales ¿obrarán de acuerdo al mandato de sus representados, reflejado en el resultado del referendo?
El referendo apenas es una etapa de un largo proceso. El presidente Carlos Mesa ha matado varios pájaros de un tiro. Cumplió con un punto vital de la "agenda de octubre", desnudó las carencias de los radicales, deja que la papa caliente la tome el Congreso y afirma su liderazgo.
Y es que el referendo, quiérase o no, fue también un plebiscito. El presidente se las jugó por el sí. Gano y hay que esperar para ver si también cobra porque en Bolivia muchos "triunfadores" apenas son recordados en los libros de historia.
En 1936 fue el general David Toro, cuando todavía no se había secado el lodazal de sangre del Chaco, quien produjo la primera "nacionalización" del petróleo. Fue también el padre de YPFB, con perdón de don Dionisio Foianini.
En 1969, al precio de un golpe de Estado nacido de la ambición del general Alfredo Ovando Candia, y amparado en un puñado de nacionalistas como Marcelo Quiroga Santa Cruz, Bolivia produjo la segunda "nacionalización" petrolera.
Esta vez no hay un mandato para una nacionalización. ¿O lo interpretará así el Parlamento? Mesa no tolerará que el Congreso vaya más allá de lo que él estima es el espíritu del referendo. Pero las preguntas se prestan a múltiples interpretaciones y la de Mesa es sólo una de ellas.
Bolivia entra a un escenario político interesante. No sólo está el debate a producirse en el Congreso, sino las elecciones municipales de diciembre que dirán a las claras hasta dónde la "agenda de octubre" afecta a la partidocracia tradicional y la nueva (MAS-MIR).
En medio, para lo que se viene, está esa interesante movida de los "transversales" que observan que el país ciertamente no es la de los años 80-90, que promueven un nuevo horizonte y que andan buscando canalizar sus inquietudes políticas quizás del brazo del líder emergente del referendo.
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