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HORA DE ANGUSTIAS
Por
Hernán Maldonado
Los que la semana pasada nomás gritaban "guerra civil", ahora se espantan ante los primeros muertos y heridos, y el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada admite tácitamente su fenomenal incapacidad para encarar los graves problemas nacionales.
Y es que las guerras, por muy "civiles" que sean no se hacen con hondas, piedras ni palos y éstas son las únicas armas que poseen las mayorías nacionales.
Pero la cuestión de la exportación del gas, por el puerto que sea, es sólo un detonante a una explosiva situación que desde hace años está fermentando y que tiene sus raíces en el hambre, la desocupación, el marginamiento de las clases más desposeidas del país, en el empobrecimientro gradual de la clase media, etc.
Esta también en la honda frustración que causa en la población la incapacidad política de nuestros gobernantes. Si en el quinquenio pasado estuvimos al borde del abismo, con el actual hemos caido a lo profundo.
¿Cómo es posible que en 14 meses ni siquiera pudo nombrarse a medio centenar de funcionarios? ¿Cuál la razón para que la lucha contra la corrupción no haya empezado en firme?
¿Por qué, pese al rechazo popular, los partidos políticos siguen viendo al Estado como una agencia de empleos para sus conmilitones?
¿Cuándo se acabará la irresponsabilidad de los líderes de los partidos políticos?
¿Hasta qué día estaremos esperando que se le cobre lo que debe al señor Johnny Fernández, que se encarcele a los corruptos del anterior quinquenio?
¿Por qué el parlamento sigue siendo un conjunto de levantamanos? ¿Por qué el poder judicial no funciona como debe?
¿Por qué no se escogió a Ana María Romero de Campero, a pesar de tener las más altas calificaciones para repetir como Defensora del Pueblo y se prefirió a un conmilitón?
¿Dónde están los programas de gobierno a corto, mediano y largo plazo? ¿Va a seguirse nombrando embajadores a incapaces y sinverguenzas sin más antecedentes que su lealtad al gobierno?
Y en éstas horas tragicas ¿dónde esta la palabra orientadora de nuestros líderes políticos?
¿Dónde se ha escondido el señor Jorge Quiroga? ¿Cuál la palabra de Jaime Paz Zamora? ¿Y cuál la de Manfred Reyes Villa?
Cobardemente cada quien pareciera esconderse deliberadamente como si esperara hacer bueno aquello de que "a río revuelto, ganancia de pescadores".
Y el periodista Carlos D. Mesa devenido en político, ¿no es acaso otra frustración más para los que creían en su honestidad, su rectitud moral, sus convicciones democráticas, su transparencia profesional? ¿Qué ha producido pues como abanderado de la lucha contra la corrupción?
Casi un mes de conflicto y en ninguna parte en el parlamento se escuchan debates sobre lo que está pasando, sobre lo que pasará o sobre lo que debe hacerse. Incapacidad e ignorancia política oficial y opositora.
Por eso es que la prensa aparece en estos momentos llenando ese vacío, dentro de las imperfecciones que tiene para sopesar un momento político que es superado hora a hora por la dinámica de los hechos y que le llevan a incurrir en equivocaciones, distorsiones y exageraciones.
En febrero la situación era grave. Hoy es gravísima. Lamentablemente.
