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Domingo 5 de mayo del 2013


ADIOS ANF

Por Hernán Maldonado

En 1958, cuando don Julio Borelli fue "renunciado" a la jefatura de Deportes de Presencia, Alberto "Kid" Bailey, el jefe de redacción, nos llamó a Enrique Martínez Pereira y a mí para invitarnos a quedarnos como reporteros. Ambos, aún imberbes, decidimos también renunciar.

Ahora, en el epílogo de mi vida y casi con 60 años en el periodismo, me toca también dar un paso al costado. El padre José Gramunt de Moragas, director-fundador de la Agencia de Noticias Fides, una de las más antiguas dentro del periodismo hispano, ha renunciado.

El 5 de agosto hubiera cumplido medio siglo al frente de ANF, la escuela que formó decenas de profesionales cuando en Bolivia no existían aún escuelas de periodismo. En mi reciente viaje a Bolivia traté infructuosamente de darle un abrazo solidario en su retiro en Cochabamba.

Con Juan Carlos Salazar y Francisco Roque Bacarreza, fuimos los primeros periodistas de ANF. En 1970, cuando salí de Bolivia, el padre Gramunt me nombró su "corresponsal". Lo fui por 43 años. "Escribe sobre lo que quieras, cuando quieras y desde donde puedas", fue su consejo.

Como con don Julio, mi compromiso era con el amigo, el maestro, el colega. Ahora que se marchó ("No nos queda otra cosa que obedecer lo que nos manda el Señor", me acaba de decir, como buen jesuita) me siento dolido y desmotivado.

En los últimos años nos empeñamos, desde nuestras propias trincheras, en mantener en alto nuestras banderas de lucha en defensa de los derechos humanos y la vigencia del Estado de Derecho, principalmente en Bolivia y Venezuela.

A pesar del golpe que significa la renuncia de Gramunt, creo que sería traicionarme a mí mismo el dejar de luchar. Me propongo seguir escribiendo en mi página www.tierralejana.com, pero ya no en exclusividad para ANF, la querida agencia. Obviamente ya no fungiré como su corresponsal.

Quizás mis escritos serán más espaciados. Como hace rato doblé la esquina de los 70 años, me propongo, con el aliento que aún queda, escribir algunas semblanzas de amigos notables, como la de don Julio Borelli, Carlos Tovar Gutzlaff, Lorenzo Carri. Sobre el propio Gramunt, tengo un trabajo adelantado y, Dios mediante, lo publicará la Universidad Católica Boliviana en agosto, cuando ANF cumpla 50 años.

En 1958, Bailey se asombró por la decisión de dos mozalbetes. Lo que no sabía es que ya entonces, más que el periodismo, don Julio había sembrado en nosotros la semilla de la ética, de la lealtad. Ha sido siempre así y lo será hasta el final. Sin duda alguna.