Domingo 28 de enero del 2007
UN MERCOSUR DE CARAS AGRIAS
Por
Hernán Maldonado
En mi artículo del 14 de enero (El conflicto permanente), refiriéndome a la filosofía del actual gobierno, atribuí al vicepresidente Alvaro García Linera (AGL) haber dicho: "...No se trata por tanto de una democratización social del poder, sino de que los dominados de antes, hoy en el poder, construyan una red de relaciones que le permitan gobernar de manera absoluta en el tiempo..."
Lucia Suárez Blancourt, funcionaria de la vicepresidencia, ha reclamado públicamente la inexactitud de la atribución y me pide rectifique tan pronto como me sea posible, algo que hago inmediatamente. Es más, pido disculpas a mis lectores porque debí ser más cuidadoso y no tomar a ciegas la cita mencionada que me fue enviada, estimo que de la mayor buena fue, por un amigo analista político con quien mantengo una estrecha relación profesional desde hace años.
La cita resultó ser de la autoría de un anónimo que escribe en Bolivia.indymedia.org/es y que aparentemente trata de sintetizar el pensamiento político de AGL, algo que es muy difícil hacer estos días porque la teoria y práctica de nuestro vicepresidente abarca más de 808 títulos, y sólo si se busca en la web algo de él vinculado a Achacachi.
Los chinos dicen que Dios nos da dos orejas y una boca porque quiere que escuchemos el doble de lo que hablamos. Este no es el caso de AGL, teórico del etnocentrismo que no sólo escribe la partitura, sino que dirige la orquesta en el actual régimen boliviano violando principios constitucionales, porque pese a ser presidente nato del Congreso, ejerce ilegal e indisimuladamente funciones en el Poder Ejecutivo. Escribiré sobre esto más después.
En el Derecho Penal un capítulo cautivante es aquél que se refiere a las "pruebas circunstanciales" y quizás ésto explique, aunque no justifique, el que haya dado por cierta la atribución de la cita. Veamos. En septiembre del 2006 en un discurso en Warisata AGL se ufanó de que en Achacachi aprendió a "batallar, a amar y también he aprendido a matar" (Agencia EFE 23/1/07).
En la misma ocasión dijo: "Omasuyos es la patria y defenderá con su pecho, con su mano, con la piedra, con el (fusil que vimos estos días en manos indígenas) Mauser... este gobierno revolucionario" y les exhortó a "no guardar los ponchos rojos" y estar "atentos a una convocatoria e inmediatemente responder, como guerreros de la liberación indígena" (Diario La Razón, 21/9/06). El mismo dijo que andaba con un fusil debajo el poncho, como recordó, citando a un político cruceño, la agencia The Associated en un despacho del 24/1/07.
AGL explicó el 6/9/06 (Bolpress) que "lo que se requiere en ésta batalla definitivamente es la movilización. Hemos llegado al gobierno con la movilización y vamos a gobernar con la movilización". ¿Necesita alguna explicación la convocatoria a los "ponchos rojos", la apaleadura a opositores en San Julián y la costosa y sangrienta ocupación de Cochabamba por las huestes cocaleras?
Según AGL hay "todavía unos cuantos sinvergüenzas que quieren regresar al gobierno... a los que hay que darles duro...". (Bolpress 6/6/06).
Cuando instaló la Asamblea Constituyente (Prensa Latina 8/8/06) afirmó que "llegó la hora de las mayorías indígenas" que ahora "tienen la posibilidad de reivindicar derechos elementales negados (desde) hace 500 años".
El 27/11/06, AGL confesó al diario La Jornada de México que "la suma de varios elementos históricos, intelectuales y vivenciales" hizo en él "que el tema indígena sea una obsesión teórica política hasta el dia de hoy".
Quizás esa obsesión le hace pensar a AGL, como dijo en su discurso en Sucre ante una audiencia internacional (29/10/06), que Bolivia se encamina a un Estado "subordinado, permanentemente controlado y atravesado por la impronta, por la insurgencia, por la actividad de los movimientos sociales..."
Según un viejo aforismo jurídico, "el que puede lo más, puede lo menos". Para un hombre obsesionado con el indigenismo, que aconseja darle duro a sus opositores, que anda con el fusil debajo del poncho y que aprendió a matar, ¿qué más puede significar lo escrito por el anónimo, causante de esta rectificación?
Por lo que a mi toca, recojo mis vidrios rotos.
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