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Jueves 18 de mayo del 2017


VENEZUELA: LA LARGA PESADILLA

Por Hernán Maldonado

Los hospitales rebalsan de heridos, el régimen ya no tiene donde albergar a los miles de detenidos, la cuenta de muertos sube sin cesar, los daños a la propiedad son incalculables. “Venezuela es un desastre”, sintetizó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El mandatario prometió que está trabajando con otros países de la región porque su país “está del lado de todos quienes quieren ser libres en el continente”. Su declaración se produjo ante el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien lo visitó el jueves en la Casa Blanca.

Anteriormente y con el mismo propósito, Trump recibió a los presidentes de Argentina, Mauricio Macri y de Perú, Juan Pablo Kuczynski, abiertos adversarios del dictador Nicolás Maduro. El mundo, según Trump está horrorizado de lo que ocurre actualmente en Venezuela. “Es una vergüenza para la humanidad”, dijo refiriéndose a la brutal represión contra manifestantes que quieren el derrocamiento del régimen chavista que está por cumplir 19 años. En 50 días de protestas han muerto 46 jóvenes.

Estados Unidos anunció el mismo día el despojo de sus visas y la incautación de sus bienes al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maickel Moreno y 8 de los magistrados de la Sala Constitucional, quienes el 28 de marzo clausuraron la Asamblea Nacional y se atribuyeron a si mismos facultades legislativas. Aunque 2 días después recularon de su error inconstitucional, no pudieron apaciguar a la población que salió a las calles a protestar.

Pero Estados Unidos poco más podrá hacer para apoyar a los demócratas venezolanos porque de hacerlo atornillaría a la dictadura, que pediría la “unión del país contra la intervención extranjera”, con inmediato efecto aglutinador entre los militares.

Estados Unidos y sus aliados se están moviendo hábilmente en la OEA, pese al abierto sabotaje del presidente del Consejo Permanente, el boliviano Diego Pary, áulico del presidente Evo Morales, quien se ha decantado abiertamente a favor de Maduro. La reunión de cancilleres fue fijada para el 31 de mayo, pero muy difícilmente logrará los 2/3 para aprobar alguna resolución condenatoria contra Maduro y sus compinches. Pesará el voto de los países-islas del Caribe dependientes del petróleo venezolano.

Dado que los opositores no cesan en sus acciones callejeras, el régimen parece que será más letal. El Nuevo Herald reveló el viernes una grabación de una reunión de altos militares en el estado de Lara en la que el general de división José R. Torrealba Pérez instó a preparar francotiradores.

Su macabra teoría es que matando unos cuantos, los demás se irán a sus casas y no volverán a marchar. Otros oficiales (no identificados) le advierten que eso sería inconstitucional. La grabación demuestra que hay militares dispuestos a jugarse el todo por el todo para mantenerse en el poder y que hay otros que no quieren ser convertidos en asesinos.

Mientras tanto los opositores incrementarán sus protestas y trazaron un programa de nuevas marchas hasta el lunes 22, cuando saldrán a las calles en todo el país médicos, enfermeras, paramédicos, auxiliares y demás empleados del sector salud. En Caracas marcharon el miércoles denunciando la falta de insumos. “Se nos mueren los pacientes”, decía un cartel.

La Iglesia Católica accedió a reunirse con delegados oficiales empeñados en una constituyente, pese a que el 5 de mayo dejó ya claramente establecido que le parece “innecesaria y peligrosa” esa convocatoria que a todas luces es solo para acallar las protestas. Venezuela sigue viviendo una pesadilla.

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