Venezuela y su falsa oposición
Por Hernán Maldonado (*)
La tiranía castro-chavista que se apoderó de Venezuela hace 21 años se ve favorecida por una “oposición” que no es tal y que ha terminado por decepcionar a millones de venezolanos.
Obvio que en sus filas hay gente decente y bien intencionada, pero son los menos porque las estructuras del liderazgo opositor están carcomidas por facinerosos digitados por el G2, el servicio de inteligencia cubano.
Cualquier iniciativa opositora es desbaratada rápidamente por el régimen por los informes de soplones bien remunerados y que se hacen pasar como fervientes antichavistas.
En 20 años los venezolanos han visto sujetos de esta calaña por montones. Incluso hubo un gobernador chavista “disidente” de un importante estado que “se pasó” a la oposición y fue “desterrado” al Perú, cuando en realidad su función fue servir de espía del régimen en contra de los demócratas venezolanos exiliados allí.
Esa ha sido la constante en estas dos décadas. Recalcitrantes “opositores” antichavistas en determinado momento aparecieron como funcionales fichas del régimen. Peor todavía, se sabe que el jefe de un partido político opositor fue contactado por militares para un golpe de Estado y éste, que “cree que se recuperará la libertad SOLO por medios democráticos”, los denunció al gobierno. Decenas de esos oficiales del “golpe azul”, aún están encarcelados.
Hace 2 años, un buen número de parlamentarios “opositores” dividieron la Asamblea Nacional para crear una propia, con el visto bueno de la satrapía.
Otro ardoroso líder opositor tiene por cuñado a un multimillonario que hace negocios con el régimen. Por si fuera poco, dos de sus hijos forman parte de compañías con sustanciosos contratos del oficialismo, aunque operan en el exterior.
En los 20 años, decenas de jóvenes venezolanos han muerto, cayeron heridos o fueron a parar a las cárceles. Hoy casi están olvidados. El policía Oscar Pérez se rebeló arma en mano contra la tiranía y convocó a los venezolanos a unírsele. Muy pocos lo hicieron porque los líderes “opositores” nunca le creyeron. Pérez y 6 de sus compañeros fueron atrozmente asesinados en enero del 2018.
Los jerarcas opositores convocaron al pueblo a las calles. En una ocasión les prometieron que marcharían hasta “tomar” el palacio de Miraflores. Se congregaron un millón de venezolanos en Caracas, quienes, tras los encendidos discursos de su “lideres”, fueron enviados de regreso a sus casas. Burla cruel.
En enero del 2019, con el abierto apoyo del gobierno estadounidense, fue elegido Juan Guaidó, que era titular de la Asamblea Nacional como el legítimo presidente de Venezuela. Alrededor de 60 países lo reconocieron. Su principal promesa fue lograr “el cese inmediato de la usurpación”, lo que equivalía a terminar con el régimen de Nicolás Maduro.
No ocurrió nada de eso. Peor todavía fue el fracaso del ingreso de la ayuda humanitaria por Colombia, Y, por si fuera poco, se develó los manejos oscuros de la recaudación de un multimillonario concierto musical en la frontera entre Colombia y Venezuela.
La promesa del cese de la usurpación, reverdeció lo aprobado por más de 7 millones de venezolanos el 16 de julio del 2017, cuando se le dijo a los líderes opositores lo que debían hacer, fundamentalmente dirigir la lucha hacia la liquidación de la tiranía. No pasó nada.
El 30 de abril del 2019 fracasó en un par de horas un “levantamiento militar” encabezado por Guaidó y que lo único que hizo fue lograr que salga de su detención domiciliaria su jefe partidario, Leopoldo López. Esta vez la “oposición” fue llevada al fracaso nada menos que por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, supuestos co-conspiradores.
Lo mismo, o casi, ocurrió a mediados de este año con el fracaso de la invasión por el estado de Vargas. Los libertarios estaban infiltrados y el gobierno sabía al dedillo de los planes conspirativos, de manera que cuando la primera barcaza llegó a la costa, todos fueron hechos prisioneros y seis de ellos masacrados en el lugar.
Toda una cadena de chapucerías, indigna de “políticos opositores”.
Guaidó ¿presidente de qué? …No fue capaz ni de conformar un gabinete ministerial. Todo palabrería hueca.
Ahora el 6D la dictadura asi sea que nadie vaya a votar, se proclamará ganador de las elecciones parlamentarias y habrá acabado el ciclo Guaidó y de esa oposición endeble, dubitativa e incapaz.
En los últimos 3 años, unos 5.4 millones de venezolanos han dejado atrás esa pesadilla esparciéndose penosamente por el mundo.
Todavía resuena en mis oídos aquél abril del 2002 cuando las multitudes gritaban en las calles: ¡Venezuela nunca será como Cuba”.
(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.