Maduro y su combo oyen campanas…
Por Hernán Maldonado.
Nicolás Maduro y sus apandillados en la dictadura venezolana “oyen campanas, pero no saben dónde”, lo que los pone muy nerviosos, a 60 días de que, si o si, deben entregar el poder en Venezuela.
Todo les sale mal. Quisieron burlar las primarias de la oposición y no pudieron. Eliminaron la candidatura de María Corina Machado, y fracasaron. Creyeron que ganarían las elecciones del 28 de julio y perdieron 30-70%. Exiliaron al presidente electo, Edmundo González Urrutia para desmoralizar a la oposición, y la han hecho más fuerte…
El consabido “es por tu culpa” en la cúpula gobernante es atroz. Los nefastos hermanos Delcy y Jorge Rodríguez son acusados de haber llevado a Maduro al desastre electoral. Diosdado Cabello, cree que es su hora de gobernar y se ha apoderado de todo el aparato represor del gobierno. El ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López quiere irse, pero no lo dejan.
Maduro mismo, influido por su mujer Cilia Flores, no disimula que se le acaba el tiempo y quiere también tomar las de Villa Diego, pero no lo dejan los miembros de la cuadrilla de Diosdado, a menos que acepte un autogolpe que lo encumbre a él en la presidencia, que le fue negada por su mentor Hugo Chávez Frías antes de su fallecimiento.
La quinta rueda del carro es el brutal gobernador del estado del Táchira, Freddy Bernal, que en abierto desafío al poder central, suscribe acuerdos con el gobierno de Irán. Tiene vínculos con los guerrilleros colombianos del ELN y de las FARC, con fuerte presencia en Táchira, Amazonas y Apure.
El ex comisario Iván Simonovis, que estuvo 15 años preso, ahora desde Miami maneja informaciones confidenciales según las cuales la dictadura pende de un hilo. Nadie confía en nadie y por eso siguen las detenciones arbitrarias, inclusive de dos generales, a quienes se les descubrió “conversaciones sospechosas” la semana pasada, en sus celulares.
La posibilidad de que el ejército mercenario de Erick Prince actúe en Venezuela, cobró trascendencia la semana pasada cuando el senador Rich Scott (probable nuevo presidente del Senado) reveló que se trabaja para subir a 100 millones la recompensa por captura de Maduro, por cuya cabeza desde hace años el Departamento de Justicia ofrece 15 millones.
Mientras Maduro y sus compinches trabajan contra una eventual “invasión”, Simonovis cree que no será el caso porque en la guerra actual los drones son el arma preferida, como lo demostró EE.UU. al matar el 2020 al poderoso general iraní Qasem Soleimani.
Preguntado si esa será la vía para acabar con la dictadura venezolana, Simonovis, dijo que serán “causas internas y externas”.
Esta semana las redes fueron inundadas con declaraciones de Donald Trump asegurando que la dictadura venezolana será derrocada por un intervención militar externa, pero ese video es de la primera presidencia del estadounidense.
Trump ahora no ha expresado nada semejante. Es más, se recuerda que su política es la de no arriesgar la vida de los soldados estadounidenses haciendo lo que los militares de cada país deben hacer, si lo creen necesario.
Amanecerá y veremos.