La hipocresia castro-chavista.
Por Hernán Maldonado
Ahora a los pobres les toca gobernar... Esta es la cantaleta que escuchamos a los demagogos populistas en muchos países latinoamericanos.
Serían más honestos si dijeran NOS TOCA gobernar, porque la realidad indiscutible es que ellos son los únicos que salen de la pobreza.
Le vemos en Argentina, México, Panamá, Honduras, República Dominicana, El Salvador, y ni qué decir en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y el Ecuador de Correa.
Pero los nuevos ricos ni siquiera invierten lo robado en sus países, sino que compran propiedades, bienes e industrias en el extranjero.
En Cuba y Venezuela hemos escuchado despotricar a los mandamases de turno contra el imperialismo norteamericano, pero allí es donde mandan a estudiar a su hijos, alli es donde tienen sus depósitos bancarios.
En los años 80-90 los exiliados cubanos gestionaban que los castristas fueran devueltos a sus país y se les confiscara sus bienes. Salvo excepciones, la idea no prosperó.
Actualmente eso mismo buscan organizaciones de exiliados venezolanos, encabezados por ese incansable luchador José Antonio Colina, sin mucho éxito, que se sepa.
Recalcitrantes chavistas que maldecian al "imperio" tienen grandes propiedades, producto de la corrupción. Aunque varios de ellos están encarcelados por lavado de dineros, al cumplir sus condenas saldrán a disfrutar de sus millones. Caso, por ejemplo, del "Tuerto" Andrade, testaferro de Hugo Chavez que admitió ante una corte haber lavado activos por más de 1.000 millones de dólares y pagado comisiones de hasta 200 millones...
Colina denuncia rutinariamente de la llegada de chavistas que instalan comercios, peluquerias, spas, gimnasios, olvidándose que ayer nomás maldecian públicamente a Estados Unidos.
Pero el Tio Sam no es rencoroso y a la mayoria les permite quedarse. El mas reciente caso es el del general Cliver Alcalá, un fanático chavista, por cuya cabeza el "imperio" ofrecía 10 millones de dólares.
Alcalá encabezó el año pasado un fracasada invasión de un grupito de entusiastas y se entregó desde su asilo en Colombia a la Justicia estadounidense.
Ahora, como consecuencua de que para EE.UU. las FARC ya no son una organización terrorista, el ex militar venezolano ha sido sacado de la "lista negra" . Estaba allí acusado de haber entregado armas a las FARC a cambio de cocaína.
Pero estos "arrepentidos", o mas propiamente "desengañados chavistas" están también entre los 6 millones que han abandonado su país. Eran fanáticos de la "revolución bolivariana" y ahora deambulan por el continente estirando las manos mendigantes.
Una prueba dolorosa es el tuit de ayer de Liliana Barrada, la misma que el 2012 pensaba otra cosa. Era empedernida chavista y hpy ruega por ayuda en las calles de Chile.