Venezuela y Estados Unidos. Hondo misterio

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Venezuela y Estados Unidos

Por Hernán Maldonado

Hondo misterio. Estados Unidos puso 100 millones de dólares de recompensa por la captura de una docena de altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro.

Los dos países no tienen relaciones diplomáticas formales desde hace años. Peor todavía, Estados Unidos no reconoce a la dictadura narco-chavista,

¿Y ahora Washinton envió a Caracas a una delegación de alto nivel?

¿Para qué?

La llegada de la delegación gringa a Caracas se dio a los días de comenzar la invasión de Rusia a Ucrania y poco antes de que Washington anunciara que no le comprará más los 600.000 barriles diarios de petróleo a Vladimir Putin.

Esto dio lugar a pensar que Washington está ansioso de adquirir petróleo venezolano, como fue antiguamente, cuando Venezuela era fuente segura de suministro a la costa Este del imperio.
Esto es absurdo de pensar, porque si su necesidad fuera tal, EE.UU. podría aumentar sus compras desde Canadá y México.

Venezuela producía hasta principios de los 2000 alrededor de 3.5 millones de barriles diarios y el castro-chavismo destruyó de tal manera la industria que actualmente produce menos de 700.000 b/d.

Reactivar la industria venezolana demandaría al menos un año y lo más que produciría de inmediato serían 1.4 millones de b/d.

Ante el estupor del mundo democrático, la Casa Blanca desmintió haber reconocido al régimen de Maduro y lo que Washington y Caracas se apresuraron a subrayar es que pronto se van a reiniciar las negociaciones entre gobierno y oposición de cara a eventuales elecciones bajo supervisión internacional.

Los único beneficiados del viaje de la misión gringa fueron dos ciudadanos estadounidenses que estaban presos por la dictadura en una investigación a la subsidiria CITGO, basada en suelo norteamericano. Ambos fueron repatriados.

¿Para este insignificante logro es que viajó esa alta misión estadounidense? Tengo mis dudas.

Vamos a atar cabos.

En esos días Putin amenazó con instalar bases militares en Cuba, Venezuela y Nicaragua si Estados Unidos, a través de la OTAN, se inmiscuía en la guerra contra Ucrania…

Entonces lo que debió ocurrir es que el Tio Sam mandó a sus emisarios a Caracas para decirle al tirano Maduro que Estados Unidos no tolerará que Rusia instale una base militar en su territorio o que se tendrá que atener a las consecuencias.

Resulta, entonces, una coincidencia fenomenal que un par de días después la vicepresidenta de Maduro apareciera en Turquía entrevistándose con el canciller ruso.

En declaraciones a la prensa, la inefable Delcy Rodriguez, empedernida comunista, dijo que Venezuela no permitirá que Rusia instale bases militares en su país.

Muy claro ¿no? En los hechos, desde hace años militares rusos operan en Venezuela los equipos militares adquiridos a los rusos y por los que debe toneladas de euros. Pero otra cosa es permitir el funcionamiento de una base.

Amanecerá y veremos (Mientras tanto la oposición venezolana fue dejada colgada de la brocha…)