EE.UU.: ¡Fuera los inmigrantes! …ilegales

bomaher
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EE.UU.: ¡Fuera los inmigrantes! …ilegales

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EE.UU.: ¡Fuera los inmigrantes! …ilegales

Por Hernán Maldonado


Los memes son imperdibles. En uno de ellos la legendaria Estatua de la Libertad, dejó en alguna parte su antorcha y agarrada de sus dos maletas emprende el regreso a Francia…

La estatua, erigida en el centro de la isla Ellis en 1886, fue un regalo de Francia a Estados Unidos. Era lo primero que vieron los 51 millones de inmigrantes que llegaron al gran país entre 1892 y 1957.

Entre esos inmigrantes estaba inclusive la que sería la madre de Donald Trump, Mary Anne MacLeod, una escocesa que llegó en mayo de 1930. Mucho antes, los abuelos de Trump llegaron desde Alemania.

Y hablando del mismo Trump, su actual esposa Melania, desde el 2005, es nacida en Slovenia.

Y la realidad objetiva es que este gran país fue hecho por los inmigrantes.

Los nativos, los verdaderos norteamericanos, los originarios, actualmente viven en lo que se denominan reservas indígenas. Conforman minorías de diverso tipo, con el inglés como idioma dominante.

Estados Unidos con Trump, ¿deja de ser un país de inmigrantes?

Definitivamente, ¡NO! No hay ninguna modificación a las leyes inmigratorias que favorecen la llegada de gente preparada, deportistas destacados, científicos, artistas de primer nivel, empresarios que demuestren que tienen capitales para invertir, para crear fuentes de riqueza, brillantes estudiantes, etc. etc.

Lo que ha ordenado Trump es la deportación de gentes que llegaron, especialmente en los últimos 60 años, quienes, en lugar de contribuir al progreso del país, se convirtieron en cargas pesadas de llevar y hasta en abusivos.

El Secretario de Estado, Marco Rubio, se refirió a los miles de refugiados huyendo de la tiranía castrista y que a los pocos meses ya están de regreso a su país, de vacaciones o de visita a sus familiares.

Esos “refugiados”, mintieron al recibir el asilo y gozar de servicios médicos, hospitalarios, de cupones de alimentos y hasta de un subsidio de 1.500 dólares mensuales. Un total abuso si se considera, según Rubio, que un jubilado en Estados Unidos, tras 30 años de trabajo, recibe un promedio de 800 dólares al mes…

(Rubio es el primer Secretario de Estado de origen hispano en la historia de EE.UU. Sus padres llegaron a Cuba exiliados por Fidel Castro con una mano delante y otra atrás y se abrieron paso a pulso. Su madre, lo recordó él mismo, trabajaba de mucama en un Hotel en Las Vegas en sus primeros años desde su llegada).

Los “modernos inmigrantes” creyeron que los dólares en Estados Unidos cuelgan de los árboles. Es verdad que miles se esforzaron como los antiguos partiéndose los lomos y han salido a están saliendo adelante.

Conocí a una médico venezolana, madre de un amiguito de uno de mis nietos, que empezó limpiando casas. También a un profesor de economía en la Universidad de Carabobo que trabajaba lavando carros en Miami.

El sátrapa Nicolás Maduro se burlaba de los 8 millones de venezolanos que se exiliaron desde el 2017. “Se van al imperio a limpiar pocetas por 100 dólares a la semana”, dijo el estúpido matón. ¿Ignora que en la actual Venezuela un catedrático universitario gana 12 dólares mensuales, un jubilado 2.60…?
El dictador venezolano, cuando no pudo mantener más a miles de sus paramilitares, reclutados en las cárceles por su ministra Iris Varela, los envió al exterior (como lo hizo Fidel Castro en la crisis del Mariel). El grupo más notorio fue el “Tren de Aragua”. Sus delitos se extendieron por EE.UU. México, Colombia. Perú, Ecuador y Chile, principalmente.

El Leito (así se hacia llamar por redes socales) se ufanaba de sus fechorías usando las redes sociales. Se enorgullecía de comprar alimentos que le dan las autoridades, ya no usando una tarjeta, sino su celular de por lo menos 1.000 dólares de costo… (Me dicen que ya está en Guantánamo).

Miles vivían por años del bolsillo de los contribuyentes estadounidenses, lo que ciertamente despertó una especie de prejuicios contra los hispanos, especialmente. Sus conductas se pasaron de la raya. Formaron bandas de asesinos, como los salvadoreños de Salvatrucha-19, la mayoría deportados y ahora en cárceles de su país.

Pero otros hispanos también e hicieron odiosos a los ojos de los norteamericanos por no acogerse a los ojos y costumbres locales (“Donde estuvieres, haz lo que vieres, decían nuestros abuelos).

Me tocó una vez (no lo volví a hacer nunca más). Una señora, que no me parecía de baja ralea, abrió en el supermercado una caja de galletas para acallar a su pequeño. Le dije que estaba prohibido y que primero debía pagar. Se ofendió. (¿Acaso es suyo? ¡A Ud., que le importa!, dijo).

En la comisaría de Kendall, en Miami, de 100 detenidos a la semana (hace 2 años) 65 eran venezolanos por violación a las reglas de tránsito. ¡Claro!, desde hace años en Venezuela no se respeta la luz roja, los límites de velocidad, las restricciones en zonas y horarios escolares, los motociclistas manejan en medio de los vehículos, tocan sus bocinas a capricho, etc.

Estas faltas en Estados Unidos que en otros países son infracciones, aquí son violaciones a la ley y los que los cometen son criminales (En otra nota hice las precisiones correspondientes en comparación con lo que se estila en Hispanoamérica). Y aquí a todo el que infrinja la ley, la policía lo esposa.

Así que si Trump dice que expulsará a todos los criminales, no está exagerando. Miles de extranjeros llegaron como turistas y se quedaron o mintieron que eran perseguidos políticos sin serlo. Cometieron delitos al burlar la ley y no es que mataron o asaltaron bancos.

Otro ejemplito. En Estados Unidos se trabaja en empresas, fábricas, comercios, etc. las 24 horas del día y uno no sabe cuándo es que su vecino necesita descansar.

Miles de hispanos no están acostumbrados a ello y, peor todavía, son amantes de poner sus altoparlantes a todo volumen en sus fiestas. Por la ley local, en Miami, ni los perros pueden ladrar después de las 10 de la noche. Si ocurre, un vecino cualquiera llama a la policía y se acaba la fiesta inmediatamente y si los fiesteros insisten, se los llevan a todos detenidos y enmanillados.

En un país con 350 millones de habitantes, hay de todo. Inclusive gentes opuestos a los planes anti inmigratorios de Trump, movidos por la caridad cristiana (El papa Francisco entre ellos), pero parece que gran parte de la sociedad norteamericana se cansó con las nuevas oleadas de inmigrantes de sospechosa autenticidad y estamos viendo lo que vemos.

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