Venezuela: Otro 5 de Julio (para llorar)

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Venezuela: Otro 5 de Julio (para llorar)

Por Hernán Maldonado (*)

Hoy Día de la Independencia de Venezuela acuden a mi mente cientos de cosas que vi y viví allí cuando llegué por primera vez. Un país pujante, con gentes alegres, generosas, dicharacheras.

Hoy todo eso es un cuento, como si nunca hubiera sucedido. El país virtualmente está en la ruina, quebrado, con 5 millones de emigrados. Todo gracias al narco-castro-chavismo enquistado en el poder desde hace 21 años.

Los que se quedaron sobreviven con alimentos subsidiados en una caja que les proporciona el régimen (la paradoja del individuo al que le cortaron las piernas y le obligan a agradecerle por proporcionarle las muletas), sin agua, sin electricidad, sin gas, sin medicinas, un sin, sin, inacabable.

Venezuela hasta antes de la llegada al poder del sátrapa Hugo Chavez era la cuarta potencia petrolera del mundo, detrás de Arabia Saudita, Irán e Irak. Exportaba 3.5 millones de barriles de crudo diariamente. Hoy solo produce menos de 700.000 y las refinerias más modernas del continente, están paradas. Venezuela chavista compra ahora petróleo y gasolina iraní.

Cuando llegué a Caracas a mediados de los años 60, mi primera impresión fue ver un gran letrero a la entrada de la Av. Urdaneta, final de la Andres Bello, ofreciendo un Renault 4, cero kilómetros, en 11.000 bolívares, un poco menos de los 3.000 dólares. El sueldo mínimo de un periodista era de 300 dólares.

No podía acostumbrarme al trato de TU, por más que me explicaban que en Venezuela a los "ünicos" que se los "usteaba" eran a don Rómulo Gallegos, don Rómulo Betancourt y don Rafael Caldera...

Hasta los mendigos eran dichosos. Casi no se usaba la locha (moneda de 12.5 centavos) y cuando se daba limosna a un pobre (eran escasos en Caracas) lo menos era alcanzarles 0,25 centavos. Con cuatro personas que le dieran, el mendigo podía comprarse una arepa rellena de carne y un cuartico de leche, todo un almuerzo.

Ah! y hasta habia mendigos altaneros. Recuerdo un día que almorzábamos arepas rellenas de cochino, un mendigo tocó la puerta con el habitual: "Bendición, señora, señor". Mi hermana le alcanzó un par de arepas y el pordiosero no las aceptó. Simplemente dijo: "yo quiero dinero".

Las distancias sociales no existian. Había un local en la Andrés Bello donde se comia pollo a la brasa (Creo se llamaba Hermanos Rivera) con las manos. Alli se encontraba uno con políticos, artistas de renombre, como Joselo (un cómico que ganaba 18.000 dólares mensuales en TV, o su famoso hermano Simón Diaz (autor de bellas canciones como Caballo Viejo) ¡Epa vale!, era el saludo común.

En las recepciones compartian indistintamente políticos por muy encarnizados rivales que fueran. Infaltable era Gustavo Machado, de perenne corbatita gatito, miembro de la más alta aristocracia venezolana, líder del Partido Comunista (que acaba de dejar las armas en la montaña) y fundador de los PC de Cuba y Costa Rica.

Carnavales, Semana Santa o algún feriado prolongado, Caracas se vaciaba, con su gente yendo a las playas para el bonche (sabrosas fiestas) ni siquiera regadas con ron, uno de los mejores de América, sino con whisky (una botella de Johnny Walker costaba 5 dólares)

Mejor no sigo. Los que vivieron esos tiempos que no lloren conmigo... ¡Feliz 5 de Julio (en lo que cabe) hermanos venezolanos! ...Mas temprano que tarde sabremos porqué su himno comienza alabando al "Bravo Pueblo".

) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.(*