Bolivia: Votar por el "Bombón"

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#Bolivia: Votar por el “Bombón”

Por Hernán Maldonado (*)

Nunca lo conocí personalmente, pero si el domingo estuviera en Cochabamba, votaría por Manfred Reyes Villa.

Desde que salió de Bolivia hace más de 12 años, Reyes Villa vivió en Miami pero, anacoreta como soy, jamás me reuní con él.

Desde hace añales funciona en la Calle 8 un restaurant boliviano. Llamado así, porque sus dueños tienen esa nacionalidad y sirven bocados, platos bolivianos, desde las salteñas al pique lo macho, pasando por la sopa de maní.

El local está atiborrado de fotos de artistas, personalidades, empresarios y políticos bolivianos que alguna vez estuvieron allí.

No podía faltar la foto de Reyes Villa. El dueño me dice: Venga aquí algún domingo y quizás lo va a encontrar… No hice la prueba, porque solo esporádicamente voy por la Pequeña Habana, a unos 22 kilómetros de casa.

Me hubiera gustado conocerlo para darle las gracias personalmente por un viejo favor.

Déjenme contarles.

Allá por los primeros años de los 90, en un viaje a Cochabamba, vi a mi anciana madre equilibrándose para no caerse en una acequia de la calle en que vivía. Lo peor era cuando llovía. Toda la calle se inundaba porque no estaba canalizado un riachuelo. El barro era colosal.

La calle es paralela al hermoso y enorme parque Demetrio Canelas. Creo que el barrio se llama Venezuela, por el nombre de sus calles, Cumaná, Maracaibo. Canaima, etc.

Cuando regresé a Miami, le escribí una carta al alcalde Reyes Villa exponiéndole el caso y quejándome, además, del depósito de basura que siempre rebalsaba en la esquina de la Melchor Pérez.

Para mi sorpresa, el alcalde me contestó. “He ordenado que se resuelva esa situación”, me dijo. Lo tomé como una cortesía de un burócrata, sabiendo cómo en Bolivia tardan las promesas en convertirse en realidades.

Más sorprendido me quedé cuando al mes siguiente, mi madre me informó telefónicamente que el riachuelo había sido canalizado y, no solo eso, sino que la calle estaba completamente asfaltada, con aceras y alumbrado público. Y así quedó está hasta el sol de hoy.

Me encantó saberlo y le volví a escribir agradeciéndole al “Bombón” (ignoro el origen de su apodo que supongo se lo endilgaron entusiastas admiradoras suyas cuando era un joven oficial del ejército). Nunca me contestó. Entendí que tácitamente me dijo: No tiene que agradecerme de algo al que estoy obligado a hacerlo…

Pienso que esa ejecutividad es lo que recuerda el pueblo del Cercado que piensa votar por él este domingo. Yo haría lo mismo.

(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.