(Cuatro) Nada de lo que pasa… Partidos
Publicado: Dom Ago 27, 2023 4:52 pm
(Cuatro) Nada de lo que pasa… Partidos
Por Hernán Maldonado
Nada de lo que pasó hace décadas en Cuba, y pasa, ha dejado de ocurrir en sus satélites del Socialismo del Siglo XXI. Los dirigentes “opositores”, por flojera o negligencia no estudian esos aconteceres. Si lo hicieran, sabrían que nada es casual de lo que hoy ven en sus patios.
Fidel Castro, que hundió en una miseria colosal al pueblo cubano, convocaba vigorosamente a la “unidad nacional”, aunque, para los efectos de sus intereses hegemónicos, era el padre de la desunión.
El muy ladino afirmaba: “…la división no tiene ninguna razón de ser y ningún sentido... la división frente al enemigo no fue nunca estrategia correcta, ni revolucionaria, ni inteligente”.
A través del G2, su servicio de inteligencia, hizo desaparecer los partidos políticos opositores. A sus líderes y militantes los persiguió (o asesinó) con saña dentro y fuera de Cuba. Sembró la discordia entre ellos y así surgieron islotes políticos en el exilio, cada quien atribuyéndose ser la genuina oposición anticastrista.
La operación divisoria rindió frutos. Hoy la única oposición al castrismo está dentro de Cuba, en la ciudadania movilizada. El vigoroso movimiento político opositor anticastrista que floreció por décadas en Miami, ha sido reducido a la nada.
La receta castrista fue puesta en práctica en Venezuela, Nicaragua y Bolivia, principalmente. El tirano Hugo Chávez destruyó a los poderosos partidos social demócratas (AD) y socialcristiano (COPEI), que se alternaron en el poder por 40 años.
El 2000 Chávez, ante la eventualidad de alguna sorpresa opositora y pese a que navegada su gobierno en la cresta de la ola, dividió arteramente su partido. A ello se prestó su mano derecha, el militarote compinche suyo en los golpes de Estado de 1992, Francisco Arias Cárdenas, quien fue erigido como el “candidato rival”.
En el peor de los casos, contribuiría a mermar votos a los verdaderos opositores, aunque estos estuvieron casi reducidos a cero. En la campaña Chávez y Arías se insultaron groseramente, para hacerles creer a los votantes que había ciertamente dos candidatos.
Chávez ganó con el 60% de los votos y su rival sumo 37%. Cumplida la misión Arias Cárdenas volvió al redil chavista como ovejita sumisa, a las órdenes del sátrapa. El “señor gallina”, como etiquetó a Chávez por negarse a debatir públicamente, lo nombró embajador.
Esta la razón por la que desde hace tiempo (aunque ahora empiezo a dudar) dije que me parecía una pantomima la división del MAS en Bolivia. Evo Morales, por instrucciones de su “abuelo sabio”, el déspota isleño sembró la división desde el primer día que asumió el gobierno. Destruyó a los partidos políticos tradicionales, marcó diferencias entre la gente de las ciudades y del campo, entre pobres y ricos, entre oriente y occidente, etc. etc.
Ahora el MAS parece dividido. Quizás, con su “división”, interna alienta la inacción de los opositores, que creen que la tienen fácil porque en las elecciones del 2024 evistas y arcistas les favorecerán al ir con candidatos propios. O tal vez, alcanzado su objetivo de debilitar a la oposición, se unirán nuevamente en un solo bloque.
Y aunque no ocurriera esto, si Luis Arce Catacora es el candidato de parte del MAS, quizás una buena parte de los votantes le favorecerían con su voto dado que lo imperioso será impedir que el ígnaro cocalero llegue nuevamente a ser presidente de los bolivianos.
Amanecerá y veremos.
Hay más…
Agosto 2023
Por Hernán Maldonado
Nada de lo que pasó hace décadas en Cuba, y pasa, ha dejado de ocurrir en sus satélites del Socialismo del Siglo XXI. Los dirigentes “opositores”, por flojera o negligencia no estudian esos aconteceres. Si lo hicieran, sabrían que nada es casual de lo que hoy ven en sus patios.
Fidel Castro, que hundió en una miseria colosal al pueblo cubano, convocaba vigorosamente a la “unidad nacional”, aunque, para los efectos de sus intereses hegemónicos, era el padre de la desunión.
El muy ladino afirmaba: “…la división no tiene ninguna razón de ser y ningún sentido... la división frente al enemigo no fue nunca estrategia correcta, ni revolucionaria, ni inteligente”.
A través del G2, su servicio de inteligencia, hizo desaparecer los partidos políticos opositores. A sus líderes y militantes los persiguió (o asesinó) con saña dentro y fuera de Cuba. Sembró la discordia entre ellos y así surgieron islotes políticos en el exilio, cada quien atribuyéndose ser la genuina oposición anticastrista.
La operación divisoria rindió frutos. Hoy la única oposición al castrismo está dentro de Cuba, en la ciudadania movilizada. El vigoroso movimiento político opositor anticastrista que floreció por décadas en Miami, ha sido reducido a la nada.
La receta castrista fue puesta en práctica en Venezuela, Nicaragua y Bolivia, principalmente. El tirano Hugo Chávez destruyó a los poderosos partidos social demócratas (AD) y socialcristiano (COPEI), que se alternaron en el poder por 40 años.
El 2000 Chávez, ante la eventualidad de alguna sorpresa opositora y pese a que navegada su gobierno en la cresta de la ola, dividió arteramente su partido. A ello se prestó su mano derecha, el militarote compinche suyo en los golpes de Estado de 1992, Francisco Arias Cárdenas, quien fue erigido como el “candidato rival”.
En el peor de los casos, contribuiría a mermar votos a los verdaderos opositores, aunque estos estuvieron casi reducidos a cero. En la campaña Chávez y Arías se insultaron groseramente, para hacerles creer a los votantes que había ciertamente dos candidatos.
Chávez ganó con el 60% de los votos y su rival sumo 37%. Cumplida la misión Arias Cárdenas volvió al redil chavista como ovejita sumisa, a las órdenes del sátrapa. El “señor gallina”, como etiquetó a Chávez por negarse a debatir públicamente, lo nombró embajador.
Esta la razón por la que desde hace tiempo (aunque ahora empiezo a dudar) dije que me parecía una pantomima la división del MAS en Bolivia. Evo Morales, por instrucciones de su “abuelo sabio”, el déspota isleño sembró la división desde el primer día que asumió el gobierno. Destruyó a los partidos políticos tradicionales, marcó diferencias entre la gente de las ciudades y del campo, entre pobres y ricos, entre oriente y occidente, etc. etc.
Ahora el MAS parece dividido. Quizás, con su “división”, interna alienta la inacción de los opositores, que creen que la tienen fácil porque en las elecciones del 2024 evistas y arcistas les favorecerán al ir con candidatos propios. O tal vez, alcanzado su objetivo de debilitar a la oposición, se unirán nuevamente en un solo bloque.
Y aunque no ocurriera esto, si Luis Arce Catacora es el candidato de parte del MAS, quizás una buena parte de los votantes le favorecerían con su voto dado que lo imperioso será impedir que el ígnaro cocalero llegue nuevamente a ser presidente de los bolivianos.
Amanecerá y veremos.
Hay más…
Agosto 2023