La derecha, la derecha (y no se mira en el espejo)
Publicado: Dom Jun 04, 2023 11:18 am
La derecha, la derecha… y no se mira en un espejo
Por Hernán Maldonado
Luis Alberto Arce Catacora, que funge desde hace dos años y pico como presidente de Bolivia, no pierde ocasión para fustigar a la derecha, al fascismo.
Este fin de semana, tras su cínica aseveración de que “la estabilidad de Bolivia es envidiable”, se enorgulleció de haber “derrotado a la derecha el 2022”.
La “estabilidad” a la que se refiere quizás tiene que ver con el floreciente narcotráfico (informes de prensa señalan que al menos 3 toneladas de cocaína boliviana fueron decomisados en los 2 últimos años en Argentina, Brasil y España).
O quizás se refiere al próspero contrabando por las fronteras de Chile, Perú y Argentina, principalmente. El auge del negocio es de tal tamaño, que este fin de semana hubo un muerto y tres militares heridos de bala en Yacuiba.
Talvez alude al imparable ingreso ilegal al país de los llamados autos chutos, en su mayoría robados en el extranjero y que se comercializan como marraquetas en el país. El desparpajo llegó al extremo de que el propio Arce Catacora “regaló” a una organización indígena un auto que había sido robado en Chile.
¡Claro!, a la alabada “estabilidad” contribuye también el que Europol investiga contrabandos de cocaína boliviana a Europa, sin tomar en cuenta a la policía boliviana, sospechosa de tener nexos con los narcos. ¿Esto también es para que nos tengan envidia en el exterior”, como dice Arce?
Pero lo de la “derecha” derrotada es un cuento que ni él se lo cree (Su mandante, Evo Morales lo usa a cada rato, pero es perdonable su ignorancia porque el sujeto creo que no terminó ni la escuela primaria). Vamos a ver.
Arce Catacora cree que quitándose la corbata ya no es de derecha.¿Cree que disfrazándose de indígena aymara o poniéndose casco de minero ya es de izquierda?
Durante años fue un oscuro burócrata en el Banco Central y socialmente siempre se inscribió como un “clase-mediero”. Sirvió bajo regímenes de derecha, si cabe el término, sin que jamás haya renegado de la servidumbre a la que intelectualmente se adhirió voluntariamente.
Fue el cajero de Morales durante 12 años y siempre acudía a su despacho de cuello y corbata. El “izquierdista” que ahora se disfraza de apóstol de los pobres, se hizo construir un edificio y su despacho, a todo lujo, inclusive fue dotado de alfombras persas…
Cuando necesitó curarse de sus enfermedades, ni siquiera fue a su ahora idolatrada Cuba, sino a Brasil. Y se supone con dineros de su bolsillo para pagar una atención que no está al alcance de un simple mortal.
Su esposa fue la gerente del Banco Unión, el mismo que experimentó un desfalco colosal y que supuestamente se produjo delante de sus narices. ¿Será por eso que la mantiene en la clandestinidad, ahora que es presidente?
Y los hijitos ¿serán de la derecha? Porque jamás han experimentado apuros económicos y ahora que el papito es el mandaMAS andan mezclados en negocios de dudosa transparencia, al punto que el periodista Carlos Valverde llama al mayor “Marcelitio”, en lugar de Marcelito.
Ni social, cultural, ni económicamente (por lo dicho, muy difícil que ideológicamente) este farsante pueda tener autoridad moral para despotricar contra “la derecha, la derecha”. ¿O no es verdad?
Por Hernán Maldonado
Luis Alberto Arce Catacora, que funge desde hace dos años y pico como presidente de Bolivia, no pierde ocasión para fustigar a la derecha, al fascismo.
Este fin de semana, tras su cínica aseveración de que “la estabilidad de Bolivia es envidiable”, se enorgulleció de haber “derrotado a la derecha el 2022”.
La “estabilidad” a la que se refiere quizás tiene que ver con el floreciente narcotráfico (informes de prensa señalan que al menos 3 toneladas de cocaína boliviana fueron decomisados en los 2 últimos años en Argentina, Brasil y España).
O quizás se refiere al próspero contrabando por las fronteras de Chile, Perú y Argentina, principalmente. El auge del negocio es de tal tamaño, que este fin de semana hubo un muerto y tres militares heridos de bala en Yacuiba.
Talvez alude al imparable ingreso ilegal al país de los llamados autos chutos, en su mayoría robados en el extranjero y que se comercializan como marraquetas en el país. El desparpajo llegó al extremo de que el propio Arce Catacora “regaló” a una organización indígena un auto que había sido robado en Chile.
¡Claro!, a la alabada “estabilidad” contribuye también el que Europol investiga contrabandos de cocaína boliviana a Europa, sin tomar en cuenta a la policía boliviana, sospechosa de tener nexos con los narcos. ¿Esto también es para que nos tengan envidia en el exterior”, como dice Arce?
Pero lo de la “derecha” derrotada es un cuento que ni él se lo cree (Su mandante, Evo Morales lo usa a cada rato, pero es perdonable su ignorancia porque el sujeto creo que no terminó ni la escuela primaria). Vamos a ver.
Arce Catacora cree que quitándose la corbata ya no es de derecha.¿Cree que disfrazándose de indígena aymara o poniéndose casco de minero ya es de izquierda?
Durante años fue un oscuro burócrata en el Banco Central y socialmente siempre se inscribió como un “clase-mediero”. Sirvió bajo regímenes de derecha, si cabe el término, sin que jamás haya renegado de la servidumbre a la que intelectualmente se adhirió voluntariamente.
Fue el cajero de Morales durante 12 años y siempre acudía a su despacho de cuello y corbata. El “izquierdista” que ahora se disfraza de apóstol de los pobres, se hizo construir un edificio y su despacho, a todo lujo, inclusive fue dotado de alfombras persas…
Cuando necesitó curarse de sus enfermedades, ni siquiera fue a su ahora idolatrada Cuba, sino a Brasil. Y se supone con dineros de su bolsillo para pagar una atención que no está al alcance de un simple mortal.
Su esposa fue la gerente del Banco Unión, el mismo que experimentó un desfalco colosal y que supuestamente se produjo delante de sus narices. ¿Será por eso que la mantiene en la clandestinidad, ahora que es presidente?
Y los hijitos ¿serán de la derecha? Porque jamás han experimentado apuros económicos y ahora que el papito es el mandaMAS andan mezclados en negocios de dudosa transparencia, al punto que el periodista Carlos Valverde llama al mayor “Marcelitio”, en lugar de Marcelito.
Ni social, cultural, ni económicamente (por lo dicho, muy difícil que ideológicamente) este farsante pueda tener autoridad moral para despotricar contra “la derecha, la derecha”. ¿O no es verdad?