Entrenadores de fútbol ¿o charlatanes?
Publicado: Mié Jul 27, 2022 3:14 pm
Entrenadores de fútbol ¿o charlatanes?
Por Hernán Maldonado
No, no voy a referirme a entrenadores de fútbol exitosos a nivel mundial. Sería como escribir un libro grueso. Quiero referirme solo a los entrenadores del fútbol boliviano, en su mayoría unos charlatanes.
Jamás se podría hablar en Bolivia de un Alex Ferguson, por ejemplo, el legendario estratega escocés del Manchester United, ganador de incontables torneos en sus 27 años años como timonel de ese equipo. O del gran Helenio Herrera, que nunca brilló como futbolista, pero que condujo al Real Madrid al título de pentacampeón europeo.
Hoy en casi todo el mundo hay academias de fútbol en las que transmiten sus conocimientos ex jugadores, ex árbitros no siempre con el éxito que tuvieron en la cancha como tales. Obvio que hay excepciones, como vemos actualmente con el Cholo Simeone.
En Bolivia, lo usual era que se buscara entrenadores en los egresados de la Escuela de Educación Física, que funcionaba en un costado del antiguo Estadio La Paz. Algunos fueron notables, como los profesores Roberto Soto, José Toro, Félix Deheza, etc.
Para el sudamericano (Hoy Copa América) la FBF, encabezada por ese notable Roberto Prada, se contrató al brasileño Danilo Alves, ex integrante del subcampeón mundial 1950. Obtuvimos el único título regional en nuestra historia.
Ese hecho marcó la tendencia a contratar DT extranjeros para nuestro fútbol, en su gran mayoría unos charlatanes. Recuerdo uno en especial; Dan Giorgiadis, un griego que sacó campeón a Bolívar y al que cierta prensa puso en las nubes.
Tan grande fue el barullo que armó, que el Betis de España lo contrató y se llevó como su ayudante al periodista Lorenzo Carri. Allí fue que el griego demostró que era solo un charlatán y que, temeroso, hasta le pedia a Lorenzo que conformará la alineación del equipo que saldría a la cancha.
Obvio. Georgiadis fue echado del cargo y los dirigentes del Betis le ofrecieron el puesto a Lorenzo, quien no aceptó por la lealtad con el amigo que lo había llevado a España. “He cometido muchas estupideces en mi vida”, me confesó Lorenzo antes de morir.
Si antes en Bolivia se encontraban DT en al escuela de profesores de Educación Física, eso pasó de moda. Aparte, a nivel internacional aparecieron, los “agentes” de los entrenadores, quienes se encargan de conseguirles trabajo a cambio de jugosas comisiones. Hay quienes se han vuelto multimillonarios como el uruguayo Pablo Casal.
Esos agentes también operan en “mercados chicos”, como el boliviano, donde se aprovechan de la ingenuidad de nuestros dirigentes deportivos para vendernos verdaderos charlatanes. Ejemplos recientes, el DT de Bolivia, César Farias o el DT de The Strongest, Christian Diaz.
Para lo que es nuestro fútbol, intrascendente, bastan y sobran los entrenadores criollos que tenemos, aunque a algunos de ellos se les han subido los humos a la cabeza…
Pero claro, el negocio (casi imposible de probar) está en las comisiones de por medio que recibe no solo el agente por la consecución de un contrato, sino las que a su vez recibe el contratante. ¿Será por esto la lucha a cuchillo para ocupar el cargo de dirigente?
Amanecerá, pero..., ¿lo veremos?
Por Hernán Maldonado
No, no voy a referirme a entrenadores de fútbol exitosos a nivel mundial. Sería como escribir un libro grueso. Quiero referirme solo a los entrenadores del fútbol boliviano, en su mayoría unos charlatanes.
Jamás se podría hablar en Bolivia de un Alex Ferguson, por ejemplo, el legendario estratega escocés del Manchester United, ganador de incontables torneos en sus 27 años años como timonel de ese equipo. O del gran Helenio Herrera, que nunca brilló como futbolista, pero que condujo al Real Madrid al título de pentacampeón europeo.
Hoy en casi todo el mundo hay academias de fútbol en las que transmiten sus conocimientos ex jugadores, ex árbitros no siempre con el éxito que tuvieron en la cancha como tales. Obvio que hay excepciones, como vemos actualmente con el Cholo Simeone.
En Bolivia, lo usual era que se buscara entrenadores en los egresados de la Escuela de Educación Física, que funcionaba en un costado del antiguo Estadio La Paz. Algunos fueron notables, como los profesores Roberto Soto, José Toro, Félix Deheza, etc.
Para el sudamericano (Hoy Copa América) la FBF, encabezada por ese notable Roberto Prada, se contrató al brasileño Danilo Alves, ex integrante del subcampeón mundial 1950. Obtuvimos el único título regional en nuestra historia.
Ese hecho marcó la tendencia a contratar DT extranjeros para nuestro fútbol, en su gran mayoría unos charlatanes. Recuerdo uno en especial; Dan Giorgiadis, un griego que sacó campeón a Bolívar y al que cierta prensa puso en las nubes.
Tan grande fue el barullo que armó, que el Betis de España lo contrató y se llevó como su ayudante al periodista Lorenzo Carri. Allí fue que el griego demostró que era solo un charlatán y que, temeroso, hasta le pedia a Lorenzo que conformará la alineación del equipo que saldría a la cancha.
Obvio. Georgiadis fue echado del cargo y los dirigentes del Betis le ofrecieron el puesto a Lorenzo, quien no aceptó por la lealtad con el amigo que lo había llevado a España. “He cometido muchas estupideces en mi vida”, me confesó Lorenzo antes de morir.
Si antes en Bolivia se encontraban DT en al escuela de profesores de Educación Física, eso pasó de moda. Aparte, a nivel internacional aparecieron, los “agentes” de los entrenadores, quienes se encargan de conseguirles trabajo a cambio de jugosas comisiones. Hay quienes se han vuelto multimillonarios como el uruguayo Pablo Casal.
Esos agentes también operan en “mercados chicos”, como el boliviano, donde se aprovechan de la ingenuidad de nuestros dirigentes deportivos para vendernos verdaderos charlatanes. Ejemplos recientes, el DT de Bolivia, César Farias o el DT de The Strongest, Christian Diaz.
Para lo que es nuestro fútbol, intrascendente, bastan y sobran los entrenadores criollos que tenemos, aunque a algunos de ellos se les han subido los humos a la cabeza…
Pero claro, el negocio (casi imposible de probar) está en las comisiones de por medio que recibe no solo el agente por la consecución de un contrato, sino las que a su vez recibe el contratante. ¿Será por esto la lucha a cuchillo para ocupar el cargo de dirigente?
Amanecerá, pero..., ¿lo veremos?