El silencio de los militares

[bomaher]

El silencio militares

Por Hernán Maldonado (*)

¡No me van a creer! Hice mi servicio militar en 1960 y sinceramente creí que todos mis oficiales eran unos fanáticos antichilenos.

Desde la alborada (cuando íbamos a lavarnos las caras en el riachuelo de Puchuni a las 6 de la mañana en medio de un frio glacial) hasta el toque de la corneta convocándonos al descanso nocturno, el himno de batalla comenzaba: "De los chilenos recuperaremos nuestro mar..."

Toda nuestra preparación militar tenia que ver con sobrevivir en el desértico altiplano. "Instrucción abierta", se llamaba el ejercicio que desde después del desayuno hasta la hora del almuerzo realizábamos en la altiplanicie andina. Marchando ida y vuelta al son de: "De los chilenos..."

Todo no era sino la confirmación de lo que veía y escuchaba desde niño todos los 23 de marzo. A los militares bolivianos les podían quitar hasta sus madres, pero jamás renunciarian a recuperar el mar.

Por eso es que ya de jovenzuelo no me extrañó que toda correspondencia militar terminaba con la solemne frase: "El mar nos pertenece por derecho, recuperarlo es un deber".

El más ignorante y demagogo de los presidentes que ha tenido Bolivia se metió literalmente en el bolsillo a los militares bajo el consejo de su mentor, el militarote venezolano Hugo Chávez Frías.

Evo Morales comenzó su gobierno descabezando el alto mando militar en dos promociones. Les obligó a ponerse ponchos rojos sobre sus uniformes, les repartió $5 millones de dólares (donados por Chávez) para la refacción de sus cuarteles (que en muchos casos fueron a parar a sus bolsillos).

En la era del caudillo cocalero altos oficiales terminaban carrera militar en una embajada, cuando menos.

Tan embobados estuvieron los uniformados que (a pesar de tener decenas de oficiales con cursos de Estado Mayor) ni abrieron la boca cuando el ahora evadido los encandiló (así como a gran parte del pueblo boliviano) con una absurda demanda politiquera contra Chile ante la Corte Penal de La Haya.

Meses antes del fallo, Chile hizo constar que no cumpliría el fallo de la CPI, pero Morales (y los que lo siguieron a pie juntillas, incluyendo el ahora candidato Carlos D. Mesa) insistió en la insustentable demanda, ignorando consejos de expertos.

Llegó el fallo de La Haya, que por donde quiera que se lo mire es un colosal revés y nos enclaustra definitivamente. Pensé que en Bolivia lo menos que se abriría es un Juicio de Responsabilidades por el monumental descalabro, pero NADA de nada. Peor todavía, absoluto mutismo militar.

Recordando mis años de servicio militar, pregunté por email a una decena de amigos oficiales retirados, con ascendiente en las FF.AA. y a militares en activo, qué opinaban el fallo y qué consecuencias creían que esto produciría dentro del estamento militar. SILENCIO total, hasta hoy.

No he averiguado si siguen finalizando sus documentos oficiales con el consabido: "El mar nos pertenece..."

(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de la ANF de Bolivia.