Las universidades estatales
Publicado: Dom May 15, 2022 11:06 am
Las universidades estatales
Por Hernán Maldonado
Una somera revisión de la Historia de Bolivia, al menos desde los años 20 en adelante, nos mostrará el papel vital de las universidades públicas en el acontecer político nacional.
En sus aulas se fraguaron los más destacados hombres que por años han participado de una u otra manera en el acontecer político boliviano.
En los años 30 los estudiantes, émulos de sus colegas argentinos de Córdoba, conquistaron la autonomía universitaria, que básicamente significaba el autogobierno docente-estudiantil en el plano académico y económico, con el aporte estatal.
Tras la Guerra del Chaco, fueron los universitarios los que abrieron los ojos a una triste realidad nacional. Vieron un país desmembrado, en manos de una oligarquía minero-feudal que aportó económicamente al esfuerzo bélico, pero… Los que murieron en los arenales del Chaco fueron aymaras, quechuas, guaraníes, cambas, collas sin idea concreta de patria ni beneficiarios de un Estado cuasi inexistente.
Esos universitarios fueron los que en el quinquenio 1935-40 fundaron los verdaderos partidos políticos ideológicos como el Partido Comunista, el Socialista, el POR, FSB, MNR, con vigencia en los años por venir. Pero esta es otra historia.
En los años 40 el universitario, especialmente en La Paz, se involucró decididamente en la política nacional y los hechos de Julio de 1946 que terminaron con el cruel colgamiento del presidente Gualberto Villarroel, fueron su obra.
Los ideólogos del 9 de Abril de 1952 salieron de las universidades, especialmente de la UMSA. Era de lo más normal que el estudiantado debatiera en las aulas la situación del país y luchara en las calles por la vigencia de la democracia.
Ese empeño fue desbaratado en el primer gobierno de Victor Paz Estenssoro con la creación de la Universidad Tupac Katari. Una universidad oficialista dentro de la ya existente, crisol de la bolivianidad. Es otra historia.
Pese a ello, las universidades cayeron en manos opositoras. La FUL de la UMSA estuvo a cargo de un tal Morales, del PCB, y en el interior en manos de jóvenes de FSB y el PDC. En los años 60 en La Paz el máximo líder estudiantil era Guido Strauss Ivanovich, de FSB, y el presidente de la Confederación Universitaria era Jorge Ríos Dalenz, del PDC. Ninguno se prorrogó porque sus mandatos tenían límites. Era muy amigo de Guido y jamás supe que recibiera algún sueldo, excepto quizás para gastos de oficina.
En 1964 la UMSA jugó papel capital el día en que fue derrocado Paz Estenssoro (Esa también es otra historia, que incluye el relato de la ocupación de la casa de Claudio San Román).
Creo que fue 2 años después que, por idea de no sé quién, se organizó la primera entrada folklórica universitaria y cada facultad fue instruida a disfrazarse para una demostración en el Prado paceño. Los de Derecho nos disfrazamos de los “doctorcitos”.
Y, ¡claro!, la “entrada” tuvo tanto éxito en el público farandulero paceño que se la institucionalizó.
Los universitarios que antes discutían en las aulas el cómo restaurar la democracia en el país, que chillaban contra los abusos del gobierno, que salían a las calles y se hacían matar defendiendo sus ideas, empezaron a preocuparse de otras cosas. Los grandes debates ya eran sobre qué disfraz llevar, de qué color, con cuántas chicas contábamos y si cuánto nos daría la empresa cervecera para el cotillón, etc. etc.
El vigoroso movimiento estudiantil fue liquidado ladinamente. ¿O las universidades hicieron algo positivo y concreto para eliminar el imperio de la kakistocracia (gobierno de los más inútiles, incapaces e ignorantes) durante la era masista?
La gesta de noviembre del 2019 ¿partió de las universidades?
Ahora nos “sorprendemos” al descubrir a dirigentes universitarios en sus cargos por añales, usufructuarios de una “autonomía” universitaria corrupta, no solo en las bases, sino en la docencia y su red administrativa (por supuesto con excepciones), pero esta también es otra historia. Por ahora estito nomás.
Mayo 15, 2022 (Foto Correo del Sur)
Por Hernán Maldonado
Una somera revisión de la Historia de Bolivia, al menos desde los años 20 en adelante, nos mostrará el papel vital de las universidades públicas en el acontecer político nacional.
En sus aulas se fraguaron los más destacados hombres que por años han participado de una u otra manera en el acontecer político boliviano.
En los años 30 los estudiantes, émulos de sus colegas argentinos de Córdoba, conquistaron la autonomía universitaria, que básicamente significaba el autogobierno docente-estudiantil en el plano académico y económico, con el aporte estatal.
Tras la Guerra del Chaco, fueron los universitarios los que abrieron los ojos a una triste realidad nacional. Vieron un país desmembrado, en manos de una oligarquía minero-feudal que aportó económicamente al esfuerzo bélico, pero… Los que murieron en los arenales del Chaco fueron aymaras, quechuas, guaraníes, cambas, collas sin idea concreta de patria ni beneficiarios de un Estado cuasi inexistente.
Esos universitarios fueron los que en el quinquenio 1935-40 fundaron los verdaderos partidos políticos ideológicos como el Partido Comunista, el Socialista, el POR, FSB, MNR, con vigencia en los años por venir. Pero esta es otra historia.
En los años 40 el universitario, especialmente en La Paz, se involucró decididamente en la política nacional y los hechos de Julio de 1946 que terminaron con el cruel colgamiento del presidente Gualberto Villarroel, fueron su obra.
Los ideólogos del 9 de Abril de 1952 salieron de las universidades, especialmente de la UMSA. Era de lo más normal que el estudiantado debatiera en las aulas la situación del país y luchara en las calles por la vigencia de la democracia.
Ese empeño fue desbaratado en el primer gobierno de Victor Paz Estenssoro con la creación de la Universidad Tupac Katari. Una universidad oficialista dentro de la ya existente, crisol de la bolivianidad. Es otra historia.
Pese a ello, las universidades cayeron en manos opositoras. La FUL de la UMSA estuvo a cargo de un tal Morales, del PCB, y en el interior en manos de jóvenes de FSB y el PDC. En los años 60 en La Paz el máximo líder estudiantil era Guido Strauss Ivanovich, de FSB, y el presidente de la Confederación Universitaria era Jorge Ríos Dalenz, del PDC. Ninguno se prorrogó porque sus mandatos tenían límites. Era muy amigo de Guido y jamás supe que recibiera algún sueldo, excepto quizás para gastos de oficina.
En 1964 la UMSA jugó papel capital el día en que fue derrocado Paz Estenssoro (Esa también es otra historia, que incluye el relato de la ocupación de la casa de Claudio San Román).
Creo que fue 2 años después que, por idea de no sé quién, se organizó la primera entrada folklórica universitaria y cada facultad fue instruida a disfrazarse para una demostración en el Prado paceño. Los de Derecho nos disfrazamos de los “doctorcitos”.
Y, ¡claro!, la “entrada” tuvo tanto éxito en el público farandulero paceño que se la institucionalizó.
Los universitarios que antes discutían en las aulas el cómo restaurar la democracia en el país, que chillaban contra los abusos del gobierno, que salían a las calles y se hacían matar defendiendo sus ideas, empezaron a preocuparse de otras cosas. Los grandes debates ya eran sobre qué disfraz llevar, de qué color, con cuántas chicas contábamos y si cuánto nos daría la empresa cervecera para el cotillón, etc. etc.
El vigoroso movimiento estudiantil fue liquidado ladinamente. ¿O las universidades hicieron algo positivo y concreto para eliminar el imperio de la kakistocracia (gobierno de los más inútiles, incapaces e ignorantes) durante la era masista?
La gesta de noviembre del 2019 ¿partió de las universidades?
Ahora nos “sorprendemos” al descubrir a dirigentes universitarios en sus cargos por añales, usufructuarios de una “autonomía” universitaria corrupta, no solo en las bases, sino en la docencia y su red administrativa (por supuesto con excepciones), pero esta también es otra historia. Por ahora estito nomás.
Mayo 15, 2022 (Foto Correo del Sur)