A veces aún recuerdo un sueño

[bomaher]

A veces aún recuerdo un sueño

Por Hernán Maldonado (*)

Cuando era niño, mi abuela solía interpretar los sueños y en las conversaciones entre mayores recordaba que soñar con trenes o aviones significaba que uno iba a tener carta; que si veía sangre, era que tendría suerte o que si veía agua cristalina, era salud, pero que si era turbia, significaba enfermedad, etc. etc.

Yo no sé porqué, pero yo debo dormir profundamente porque carezco de sueño o simplemente no me acuerdo lo que soñé. Hay excepciones. Anoche, por ejemplo, tuve un sueño largo. Lástima que ya no esté a mano mi abuela para interpretarlo (si cabe).

Me encontraba en Buenos Aires en una casona blanca, casi sin muebles, como si el ocupante estuviera pronto a salir de allí o era un recién llegado. Escuchaba las risitas de unas jovencitas, que parecían salir desde la cocina.

De pronto me vi en una sala con sillones y un gran televisor. No sé en qué momento, apareció el jefazo. Tampoco supe cuándo es que llegaron y se sentaron allí Tilin, el cóndor ala quebrada y un individuo con acento caribeño al que llamaban “embajador”.

El jefazo, con esa su sonrisa tímida de hualaycho de siete suelas, saludó a todos, se sentó y dijo solemne: Esta reunión, hermanos, ha sido convocada por el hermano embajador, que trae el saludos de los hermanos Canel y Nicolás, quienes nos han recomendado definir de una vez nuestra candidatura para las próximas elecciones.

El hermano embajador nos dirá qué vamos a hacer…

El embajador tomó la palabra y les recordó que dado que “el presidente Evo” no puede ser candidato, sería él, en consulta con lo movimientos sociales, quien definiría la dupla del MAS.

El hermano cóndor ala quebrada interrumpió. Pienso que deben celebrarse elecciones primarias… (No es eso lo que hablamos hermano Evo, quizás quiso decir) No hay tiempo para ello, bramó el hermano Evo. El embajador dice que necesitamos una imagen indígena y te sugieren (Canel y Nicolás) como candidato a la vicepresidencia, le dijo. No olvides que somos un movimiento indígena mayoritario, puntualizó.

Se ha pensado que el candidato a la presidencia sea el licenciado Arce por la buena imagen nacional e internacional que tiene por haber obrado el milagro económico de Bolivia, en estos momentos en que Bolivia se debate en una crisis económica atroz, agravada por la pandemia, puntualizó el embajador.

Yo ya he hablado con el hermano Lucho porque me parece muy bueno su plan de gobierno: Denunciar al mundo que fui desalojado de la presidencia por un golpe de Estado, que no hubo graude y que gané limpiamente las elecciones de 2019 y se me debe restituir en el cargo.

Me ha dicho, continuó el jefazo, que si no pudiera cumplirse ese plan, que implica poner primeramente en la cárcel a todos los golpistas, renunciaría a la presidencia (no debe decirlo, pero me ha jurado que su cáncer le impedirá seguir en el cargo por mucho más de un año), y se convocaría a nuevas elecciones.

El hermano cóndor ala quebrada quiso intervenir, pero fue acallado por el jefazo. Hermano David, le dijo, esto no es un capricho mío, es lo que nos ordenan nuestros hermanos de Cuba y Venezuela y, ahora, con el apoyo de los hermanos mexicanos y argentinos, mas, puntualizó.

El hermano Tilín se mantuvo callado, con ese rostro de taimado que no muestra si aprueba o desaprueba las cosas. Total, ya le había dado el Si al jefazo anteriormente.

Tan astuto el sujeto que hasta le hizo creer a la presidente Jeanine Añez que se moría y necesitaba tratarse en el exterior. No tuvo reparo alguno en conseguir salvoconducto para dejar el país sin haber estado ni un día preso por la malversación, con su firma, de millones de dólares, entre ellos por la compra de unas alfombras persas para el lujoso despacho que se mandó a construir en La Paz.

Fue en este momento en que me desperté y me propuse poner este sueño en blanco y negro, para que no se me olvide. No se pongan serios, por favor ni piensen que el testaferro le ha hallado gustito a que lo llamen presidente y que por eso su jefazo se está poniendo nervioso e impertinente. Saluditos y adiosito.
(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.