Bolivia: Mirándonos el ombligo

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Mirándonos el ombligo

Por Hernán Maldonado

“Lo que pasa es que tu vives en el exterior”. Esta frase es habitual entre quienes objetan muchas de las cosas que escribo sobre la situación del país. No pocos de los que así opinan son periodistas y se sienten dolidos por apuntes míos.

La prensa nacional muy de pasada publica temas de lo que ocurre en Cuba, Nicaragua, Venezuela, como si estos países no fueran el modelo que sigue el régimen cocalero. A pesar, inclusive, de que el presidente se ufana de ser socialista y promete llevar a Bolivia a ser una segunda Cuba.

Parece que no se viera que somos parte de una gran familia latinoamericana.

A propósito. Si los hijos de una familia ven que sus padres despilfarran el patrimonio a manos llenas, hipotecando sus bienes, prestándose a largo plazo, vendiendo hasta las joyas de la abuela. ¿No harán NADA? O es que ¿vislumbran que no tendrán que pagar en el futuro esas deudas?

Esto es lo que pasa actualmente en Bolivia. Miles de millones de dólares fueron despilfarrados por Evo Morales y su cajero en la época de las vacas gordas y ahora entramos en la era de las vacas flacas. No hay platitaaa, grita desde el poder el “socialista”, y presiona a legisladores para aprobar préstamos que pagarán hasta nuestros tataranietos.

En Cuba desde hace 15 días hay manifestaciones callejeras pidiendo pan y electricidad, ya hay un centenar de detenidos. La que iba a ser la Suiza de Latinoamérica vive en la más espantosa miseria, porque la Venezuela-saudita, que la salvó de la muerte en 1989, anda por el mismo camino.

Peor todavía, Venezuela es un brutal dictadura, copia de la cubana, donde el tirano Nicolás Maduro hace lo que le viene en gana. Burla acuerdos internacionales, persigue a opositores, los encarcela o exilia, los asesina o los hace desaparecer. Por si fuera poco compra conciencias y tenaces “opositores” se descubren como tarifados del oficialismo.

Cosas peores pasan en la Nicaragua de Ortega-Murillo, ante el silencio o la indiferencia cómplice de los países democráticos. Latinoamérica ya no vive los tiempos de la “guerra fría” y Estados Unidos dejó hace rato de proteger a su “patio trasero”. Se impuso la “doctrina Trump”. Ningún soldado americano hará lo que deben hacer los pueblos tiranizados por los castrochavistas, socialistas del Siglo XXI.

Por eso pienso que si nuestra prensa le dedicara más espacio para mostrarles a los bolivianos lo que ocurre en Cuba, Venezuela y Nicaragua, sería imposible que Luis Arce Catacora siga alabando al socialismo castrochavista y nos diga impávido: “Hacia allá vamos…”

Amanecerá y veremos.