La imparable huida de cubanos

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La imparable huida de cubanos

Por Hernán Maldonado

Cuando hierve el agua en una olla tapada, dejarla que siga es para que reviente. Lo normal es que se la destape.

Esto es lo que ocurre cotidianamente desde hace 63 años en la Cuba castrista. Y explica, también, porqué copian esa “política” las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, principalmente.

El que no sea revolucionario “puede irse”, fue la consigna lanzada en los 60 por Fidel Castro y desde entonces alrededor de 2 millones de cubanos se fueron.

Más de 6 millones de venezolanos han emigrado huyendo de la feroz dictadura castrochavista en los últimos 5 años, al punto que ahora dentro del país solo hay una oposición virtual, o funcional.

Cuando en 1980 el malestar cívico-social se hizo insostenible, Castro maquinó el éxodo del Mariel. 125.000 cubanos salieron rumbo a Estados Unidos, entre ellos muchos criminales que dejaron vacías las cárceles de Cuba.

Estados Unidos se vio sorprendido por el tamaño de ese éxodo, favorecido, además, por miles de cubanos residentes en Florida que acudieron con una gran caravana de barcos y botes en rescate de sus familiares y compatriotas.

Fue entonces que se produjo un acuerdo con la dictadura. Estados Unidos repatriaría a los criminales que le envió Castro, mimetizados entre los verdaderos refugiados (algo que se cumplió irregularmente) y, además, con la excusa de la “reunificación familiar”, otorgaría anualmente 20.000 visas.

El 11 de julio del 2021 se produjo en Cuba, hasta en pequeñas poblaciones, una de las manifestaciones más imponentes en contra del castrismo, bajo la consigna de: “Patria o Vida”, contraria al “patria o muerte” instalado por el régimen desde hace seis décadas.

La represión fue brutal y cientos de jóvenes han sido encarcelados por protestar, con penas de hasta 18 o más años de cárcel. Y ¡claro!, el régimen ha destapado la olla haciéndose de la vista gorda ante los que son una amenaza a su estabilidad y que prefieren marcharse a seguir siendo víctimas de la dictadura.

En el éxodo del Mariel (llamado así por el puerto desde el que se produjo) 125.000 cubanos dejaron su país. Ahora, desde octubre del año pasado, la es de 140.602 que, por diferentes vías, han entrado o intentan entrar a Estados Unidos, según los servicios de inmigración.

Los que se quedan en la “isla de la felicidad” (la llamó así el militarote Hugo Chávez) languidecen sin luz, agua potable, medicinas, alimentos, combustible, pero con abundante palo y bala. ¡Ah! Y los mandamases y sus familiares disfrutando de sus riquezas en euros o dólares capitalistas…

Lo raro (y no lo entienden las ovejitas que los siguen) es que no hay noticia de que los zurditos del continente emigren a esa isla de la felicidad ¿O alguien ha visto una noticia en este sentido?

(A propósito, recuerdo que en 1970 decenas de zurditos bolivianos llegaron a Cuba tras el golpe de Estado del general Hugo Banzer. Casi todos salieron despavoridos cuando sus “hermanos” cubanos los enviaron a cortar caña… Esa es otra historia.)