El fulano se asombra por lo de Santa Cruz, pero...
El fulano que se rasga las vestiduras por los casos de corrupción de sus compinches en la alcaldia de Santa Cruz, está escupiendo al cielo (como acostumbra), solo para marear la perdiz.
En su desgobierno de 14 años despilfarró una fortuna como JAMAS tuvo Bolivia, ni en sus años de bonanza de la plata y el estaño.
Millones de dólares tirados a la basura o a sus bolsillos de la mafia masista, que porfiadamente nos hacía creer que había parido al "hombre nuevo", cuando en realidad vimos a unos maleantes cultores de los peores delitos, además de la rapiña del Erario Nacional.
Todavía está pendiente pedir rendición de cuentas al susodicho y sus secuaces de casi un centenar de obras que son verdaderos "elefantes blancos", construidos sin ton ni son a cambio de jugosas comisiones porque no hubo licitaciones de ley.
Una de ellas es el aeropuerto de Copacabana que desde su inauguración hace más de tres años no sirve para nada y permanece cerrado.
El inclemente clima y su falta de conservación, dada su inutilidad (hasta ahora no se sabe que haya aterrizado otro avión que del zar del Chapare aquel día de su inauguración en mayo de 2018) hacen temer que se perderá como ruina inservible.
El fiscal Juan Lanchipa, que tiene encarcelados desde hace un año a cinco muchachos cochabambinos a los que acusa de "daño material" a un bien público, por haber pintarrajeado el edificio de la fiscalia en Sucre, (que costó borrar unos 5.000 bolivianos), ni se mosquea por el absurdo gasto de 48.500.000 bolivianos que costó el inútil aeropuerto del santuario. ¿No ve?