Beatriz Antezana, mi amiga “pitita”
Por Hernán Maldonado (*)
El año pasado (creo recordar) nos dijo que había pasado de los 90 años, pero pienso que es mucho menos porque tiene una energía desbordante, un entusiasmo inacabable. Es una luchadora, una demócrata cabal. La vimos el pasado octubre formando barricadas, aferrada a la tricolor, como una “pitita” más entre la muchachada callejera.
Su esposo de más de una media centuria es el profesor Walter Navia. Procrearon siete hijos, todos profesionales valiosos. Mi cuñado José Villalta siempre recuerda con cariño a su profesor de Lengua cuando era un muchacho recién ingresado a la Normal Superior. José dentro de 2 años cumplirá 90…
Walter ha sido por décadas catedrático de la UMSA, autor de varios libros, ha recibido las más altas distinciones académicas, no solo en Bolivia, donde regresó desde el exterior pese a estar tentado a quedarse, porque él quería seguir sembrando en su país.
A esta parejita entrañable la conocí a principios de los años 60. Militantes de la Democracia Cristiana fuimos invitados a una recepción en su casa de la 6 de Agosto. Entre los asistentes recuerdo a Remo di Natale, Benjamin Miguel, Vicente Mendoza Nava, Mario Eguivar. Cuando por la hora resolví retirarme, me encontré con que Vicky (para sus amigos) había puesto un candado para que nadie se fuera…
Después de 1970 tomamos caminos diferentes, pero volvimos a encontrarnos en Cumaná donde Walter fungía como catedrático en la Universidad de Oriente. Todavía vinculado al PDC, fui invitado a viajar a Lima a un congreso de la Democracia Cristiana por la Fundación Konrad Adenauer. Yo en esos días iba a un compromiso en el exterior por la UPI y cedí mi puesto a Vicky.
No volvimos a vernos en mucho tiempo, pero un día caminando por las cercanías de la mítica Plaza Garibaldi, en Ciudad de México, me encontré con Vicky y nos saludamos calurosamente. Walter estaba en uso de su año sabático de la UDO. Yo andaba muy atareado con la Copa Mundial de Fútbol de 1986.
Años después volvimos a encontrarnos en las redes sociales y supe que la pareja había vuelto al país hace 20 años y que la mayoría de sus hijos, nietos y bisnietos viven en Puerto Rico, Francia, México y Venezuela.
Los visité en su apartamento en La Paz. Uno cree estar en un museo porque Vicky colecciona muñecas (tiene toda una habitación dedicada a ellas) y hermosas artesanías de todo tipo, buena parte de ellas de su paso por México.
Fueron lindos encuentros, porque mi esposa también fue alumna de Walter en la Facultad de Filosofia y Letras de la UMSA. Vicky, una excelente anfitriona, nos hizo pasar momentos maravillosos. Este año teníamos programado visitarlos, pero el coronavirus nos ancló tres meses en casa y solo nos saludamos por teléfono.
Cuando La Paz se inmovilizó durante 21 días en octubre del 2019 hasta conseguir la huida del cacique cocalero, Vicky estuvo en la barricada. Me recordó los viejos tiempos de los años 60 cuando nuestra lucha era en las calles por reconquistar la democracia, la libertad en Bolivia.
Falta todavía mucho Vicky. Te admiro. Sigue alentándonos para que ¡nadie se canse, nadie se rinda! QDTB.
(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF en Bolivia.