"VOTAR POR CHAVEZ ES VOTAR POR FIDEL"

Por Hernán Maldonado

“Votar por Chávez es votar por Fidel” Castro, dijo el miércoles en La Habana el embajador de Venezuela en Cuba, Edgardo Antonio Ramírez y, en verdad, no exageró en lo más mínimo.

Ciertamente Cuba es el único país en el mundo al que más interesa el triunfo de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del 7 de octubre. La derrota sería de consecuencias catastróficas.

El gobierno de Venezuela se ha convertido desde hace años en el puntal económico de la isla al proporcionarle un promedio de 100.000 barriles de petróleo diarios a precios preferenciales en pago a servicios.

Cuba también hace de intermediaría de multimillonarias importaciones destinadas a Venezuela por las que recibe jugosas comisiones.

La Habana, en contrapartida, proporciona al régimen de Chávez, asesoramiento en los servicios de inteligencia, en técnicos deportivos y en el sistema de identificación nacional.

La principal contribución cubana es en médicos. Se calcula que de los 66.000 cubanos que trabajan para Chávez, la mitad de ellos son médicos a cargo de postas sanitarias regadas a lo largo y ancho de Venezuela.

Cientos de esos médicos han desertado y se encuentran en Estados Unidos, por lo que el programa Barrio Adentro, ideado por Chávez el 2004 ha perdido su impacto político inicial.

Cuando se derrumbó el Muro de Berlín y se pulverizó la Unión Soviética en 1991, Cuba experimentó graves aprietos porque de la noche a la mañana desapareció el subsidio de 5.000 millones de dólares que recibía anualmente.

El hambre irrumpió en Cuba al decrecer sus importaciones y exportaciones hasta en un 80 por ciento. Enfermedades extinguidas reaparecieron dramáticamente.

El malestar social produjo la rebelión callejera (El Maleconazo, agosto 1994) más importante en la era de la dictadura castrista. Se implantó en el país el “Periodo Especial” para enfrentar la crisis.

La Revolución Cubana aún arrastraba sus pesares cuando apareció en el horizonte político venezolano Chávez para sacarla del abismo en que se encontraba. Para revivirla, en pocas palabras.

El general Carlos Julio Peñaloza, ex comandante del Ejército de Venezuela, recientemente publicó un libro (El Imperio de Fidel) en el que revela pormenores de la conspiración castro-chavista que se remontaría a 1989 y que en forma de asonadas apareció en febrero y noviembre de 1992.

¿Qué pasará en Cuba si Chávez no es reelegido en Venezuela? ¿Quién será capaz de financiar la agonizante revolución cubana? ¿Volverá el Periodo Especial?

Si Henrique Capriles es elegido el 7 de octubre, Cuba no recibirá “ni una gota más de petróleo gratis”, según ha prometido el candidato opositor. (Trascendió que parte de los 100.000 barriles diarios de crudo que recibe, Cuba los revende a terceros a precios internacionales).

El actual gobernante cubano, Raúl Castro, en una reciente visita a Caracas se ufanó de los estrechos nexos entre los dos países y sentenció: “Cuba y Venezuela somos la misma cosa”.

Esa vez estaban todavía lejanas las elecciones presidenciales venezolanas. Ahora allegados a Capriles han revelado que emisarios cubanos sutilmente están tendiendo puentes. ¿Lo sabrá el embajador Ramírez? Amanecerá y veremos.