Tierra Lejana-- Página de Hernán Maldonado




Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




Artículo
anterior






Foro




Libros




CHAT ROOM
Tema Libre

Lunes 4 de noviembre del 2002


LA ATIPICA VENEZUELA DE ESTOS DIAS

Por Hernán Maldonado


Estos días nadie sabe que puede ocurrir en Venezuela donde la colosal crisis política, económica y social enfrenta a los venezolanos los unos con los otros.

La Caracas antañona en la que viví, bullanguera, alegre, dicharachera, la "Venezuela-saudita", no existe más.

El país ha sido dividido entre los que tienen y los que no tienen, entre pobres y ricos en una época en que los ricos se han hecho más ricos y los pobres están más pobres. Hay 2 millones de venezolanos sin trabajo. Hay 5.5 millones de subempleados.

¿Cómo puede ser esto posible en un país de sólidos ingresos por la venta de 1.3 millones de barriles diarios de petróleo, cuyo precio fluctúa últimamente entre los 18 y los 25 dólares?

Pero nadie parece estar muy interesado en averiguar "¿dónde están los reales?", sino en salir del presidente Hugo Chávez Frías lo más pronto posible.

"Nos comeremos las hallacas (típico bocadillo navideño venezolano) sin el Comandante", asegura un "escuálido", calificativo dado por Chávez a sus opositores.

El fantasma de la guerra civil ronda en el país, por más que las mayorías venezolanas, en ambos bandos, proclamen su deseo de zanjar sus antagonismos democráticamente. Como lo ha sido durante los últimos 43 años.

El ambiente es tenso. Las discusiones en todas partes son a gritos. Inclusive a nivel familiar. La intolerancia en las posiciones chavistas y antichavistas hacen presagiar lo peor.

La Coordinadora Democrática (CD), que llevaba la voz cantante en la oposición a Chavez, ve que su protagonismo merma ante la irrupción de un centenar de militares atrincherados en una plaza pública hasta que renuncie Chávez y se convoque a elecciones anticipadas.

La CD, en la que convergen partidos políticos, ONG's, empresarios y la central obrera, no tiene un líder único. El general Enrique Medina Gómez, que encabeza a los militares alzados y que ha recibido tibio apoyo de aquella, insiste en que no forma parte de ningún esquema golpista.

Con reservas, el secretario general de la OEA, César Gaviria, ha empezado a creerle. Pero el líder de la poderosa Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, por si acaso, le ha pedido a Medina Gómez no "engolosinarse" con el apoyo que él y los demás militares reciben de la sociedad civil en la Plaza Altamira desde hace dos semanas.

El gobierno denuncia complots pero no muestra pruebas ni hay ningún detenido. Los opositores gozan de vara ancha en los medios y en ningún país había visto anteriormente que al presidente de la república se lo insulte diaria e impunemente en los principales diarios. Lo menos que se le dice es "loco".

Desde hace meses, ningún alto funcionario es libre de acudir a un restaurante. Hace una semana el jefe de la Guardia Nacional, general Eugenio Gutiérrez, debió interrumpir una cena e irse cuando los demás comensales hicieron tintinear sus cubiertos, sus botellas y platos.

Otro tanto ocurre en los aviones. Apenas los pasajeros se enteran que en la nave viaja algún jerarca, estallan los "cacerolazos".

Sabana Grande, otrora orgullo peatonal caraqueño, se ha convertido en un mercado persa con miles de buhoneros. Cada 20 metros y a todo volúmen se ofrecen CD's con los recientes chistes del procaz Conde del Guácharo, con Chávez como su principal víctima.

Pero es que el propio Chávez se ha hecho faltar al respeto al hablar "como un malandro", dice el alcalde mayor de Caracas, Alfredo Peña, artífice de la revolución chavista y ahora su némesis.

Pero Chávez parece estar feliz de hablarle "en su lenguaje al pueblo" y en sus extensas peroratas de los domingos hasta pone de moda términos, como cuando dijo que los magistrados del ilustre Tribunal Supremo de Justicia habían "puesto la plasta" (la habían c…) con un fallo que le desfavoreció.

Para algunos el presidente trata de ser simpático, pero muchas veces sus chistes se han convertido en morisquetas, como cuando ofendió a la primera dama (actualmente se le ha separado) invitándole a calentarle la cama.

Como el mal ejemplo cunde, algunos de sus allegados le siguen más torpemente. El diputado William Barreto, molesto con unas damas que se manifestaron ante un cuartel en Valencia, dijo que "las mujeres son los únicos animales que sangran todos los meses y no se mueren".

Lina Ron, la líder de las "barrabravas" chavistas acaba de acusar a Medina Gómez de ser un "homosexual". Afirmó que el general rebelde hasta "se ha hecho cirujía estética de las nalgas".

Quizás todo esto contribuye al clima excesivamente pugnaz de estos días en Venezuela donde cada quien parece empeñado en sembrar vientos, sin pararse a pensar que podría cosechar tempestades.





!-- Piwik -->