EN CASA DEL HERRERO...

Por Hernán Maldonado

La capacidad de asombro en Venezuela es inagotable. Hace una semana el presidente Hugo Chávez exhortó a "no llamar socialismo a todo", aunque en sus discursos - por muy afectado del cáncer que esté - sigue empeñado en considerarse como el insustituible paladín del socialismo del Siglo XXI.

Mi abuela solía recomendar a no invocar a la muerte porque es muy malo. Desde que se supo de la enfermedad de Chávez, éste y sus acólitos han eliminado la palabra de su grito de combate. Desde el micrófono oficial la frase ha sido amputada y ahora es sólo "Patria y Socialismo"

Aparentemente Chávez se dio cuenta que resulta ridículo tratar de engañar a la gente que sabe que infinidad de productos al por mayor, como la leche en polvo que llega de Bielorusia, son reempacados en el país con el rótulo de "Fabricado en la Venezuela Socialista".

La propaganda oficial es atosigante. El régimen no sólo ha cerrado RCTV, la televisora de mayor sintonía del país, y se ha apoderado de sus equipos para crear Tves, sino que ha adquirido canales locales o han salido del aire a los que no pudo comprar mediante sospechosos robos, como el ocurrido hace siete dias en Anzoátegui-TV.

Difícil cuantificar las radios, diarios, revistas, semanarios, TVs en manos del gobierno. Gremios periodísticos estiman que suman medio millar. Los medios impresos se reparten gratuitamente, como "Ciudad CCS" (Caracas) que se apila en las entradas del Metro. También hay muchas revistas editadas en el extranjero con subsidios de la estatal petrolera PDVSA.

En varios diarios privados de circulación nacional, en colores y a media página, me llama la atención una invitación: "Sé parte de una historia exitosa, únete a Jindal Steel Bolivia", reza el encabezado.

"Con los derechos de desarrollo de 20.000 millones de toneladas de mineral de hierro de las reservas del Mutún, en Bolivia, Jindal Steel Bolivia... planea establecer una planta de acero con capacidad de producción anual de 1.7 millones de toneladas de acero, 6 millones de toneladas de hierro esponja, 10 millones de toneladas de pellets de mineral de hierro, así como una planta de energía de 450 M/W de potencia en la nación sudamericana", dice el aviso.

La compañía enumera luego el personal que necesita empezando por un gerente general, director de finanzas, de recursos humanos, un jefe para el proyecto de energía basado en gas y un encargado para el proyecto siderúrgico.

Lo asombroso, además, es que Jindal Steel busca más de un centenar de profesionales para trabajar en Bolivia, como si allí las universidades no graduaran por montones ingenieros metalúrgicos, mecánicos, eléctricos, químicos, civiles, estructurales. También necesita arquitectos, auditores, abogados y financistas.

¿Y no era que la Jindal Steel and Power Limited de la India se convertiria en una generadora de fuentes de empleo en Bolivia, un país históricamente minero? O es que, como también decía mi abuela: En casa del herrero, cuchillo de palo...