Venezuela en la hora de las barricadas




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Jueves 20 de febrero del 2014


VENEZUELA EN LA HORA DE LAS BARRICADAS

Por Hernán Maldonado


Al mediodía del jueves 20 de febrero, nadie se atreve a cuantificar el número de bajas y los daños tras una jornada de singular violencia en las calles a lo largo y ancho de Venezuela.

Las principales ciudades, incluida Caracas, amanecieron virtualmente militarizadas y la paralización de las actividades es casi total. Llameantes barricadas se alzan por doquier, inclusive en barrios otrora "chavistas" como Catia, El Valle, Antímano y la Candelaria.

Maracaibo, la segunda ciudad más importante del país, está tomada militarmente lo mismo que San Cristóbal, capital del estado del Táchira, en la frontera con Colombia, donde la resistencia al régimen se ha hecho particularmente tenaz.

Aficionados divulgan por las redes sociales la llegada de aviones y helicópteros trasportando tropas especiales. El presidente Nicolás Maduro en cadena nacional de radio y TV prometió anoche darles este jueves a los tachirenses "una sorpresa".

La censura de prensa es colosal y en los principales medios audivisuales de Venezuela se pasan programas regulares mientras arden barricadas en las calles, los motorizados chavistas hacen de las suyas y la Guardia Nacional arremete con especial saña contra los manifestantes.

Una semana de protestas tiene casi en paro general al país. Las barricadas surgen como hongos y los vecinos cacerolean desde los altos edificios. Los que infunden verdadero terror son los colectivos armados del gobierno. Son grupos parapoliciales que se desplazan en motocicletas y que disparan a mansalva.

El Este de Caracas vivió una noche de terror. Guardias Nacionales dispararon gases lagrimógenas en urbanizaciones densamente pobladas, como Altamira, Sebucan, Los Ruices, la California y los Cortijos. En la Candelaria un aficionado grabó un vídeo en el que se ve a guardias nacionales disparando por la espalda a un joven que huye. Los mismos guardia lo meten en un vehículo ( no se sabe si herido o muerto) y lo hacen desaparecer.

Mientras tanto el líder opositor Leopoldo López espera ser presentado ante un juez en la cárcel militar de Ramo Verde en las afueras de Caracas. Una multitud rodea la prisión. El régimen culpa a "cuatro bandidos" de los desórdenes y al imperialismo yanqui.

La magnitud de las protestas hace pensar que López podría ser liberado, pero como están las cosas, muy difícil que cesen las protestas que no son solo por su detención, sino por el alto costo de la vida, el desabastecimiento y la inseguridad.

"El que se cansa (de protestar) pierde", es la consigna enarbolada por López . La sociedad civil que le sigue parece entenderlo así. Y también el liderazgo opositor que ha convocado a una concentración para el sábado. Venezuela está en la hora de las barricadas.