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Jueves 14 de marzo del 2013
VENEZUELA CON LOS CUCHILLOS AFILADOS
Por
Hernán Maldonado
Esta vez la lucha no es entre el cuchillo y la manzana, sino entre dos cuchillos. Venezuela dentro de un mes elegirá al sucesor del petrodictador Hugo Chávez en medio de un clima de incertidumbre, no sobre quién será el triunfador, sino sobre su inmediato futuro.
El ex ministro del Interior y Justicia de Colombia, Fernando Londoño Hoyos, ahora en función de analista político, advirtió esta semana a sus compatriotas sobre "las terribles consecuencias" que se avecinan por una inminente crisis económica y social en Venezuela.
Londoño Hoyos estima que decenas de miles de colombianos residentes en el país vecino tratarán de regresar ante la gravedad de la crisis que probablemente estallará en medio de un caos político y social.
Venezuela elegirá el 14 de abril al sucesor de Chávez entre su heredero político, el ex canciller Nicolás Maduro, y Henrique Capriles Randonski, quién representa a la oposición y que obtuvo 6.5 millones de votos el 7 de octubre cuando se enfrentó a Chávez, triunfador con 8.3 millones.
Chávez nunca pudo tomar posesión el 10 de enero como pauta la Constitución y tras una larga agonía murió el 5 de marzo en Caracas, a los pocos días de ser repatriado desde Cuba, a donde viajó el 9 de diciembre para lo que fue su última operación por el cáncer que padecía.
La última semana de diciembre, sabedor de que Chávez no volvería a la presidencia, Maduro inició soterradamente su campaña electoral, aunque mintiéndole a sus compatriotas. "El presidente se recupera y pronto estará con nosotros", fue su cantaleta.
Chávez nunca más fue visto ni oído desde aquella noche del 8 de diciembre cuando anunció su viaje a Cuba y dejo dicho que si no volvía, los venezolanos debían votar por Maduro. Fue su testamento político.
Todo lo demás fue ganar tiempo para posicionar a Maduro como el futuro presidente. No solo que estaba en campaña, sino que se preparó en detalle cuándo y dónde sería velado Chávez, mientras se ordenaba fabricar parafernalia electoral incluyendo camisetas y gorras.
El Consejo Nacional Electoral, incompetente para convocar a elecciones municipales que están dilatándose desde el 2012, en menos de 24 horas se mostró listo para organizar los nuevos comicios presidenciales.
Toda la enorme farsa oficialista fue denunciada ahora por Capriles, quien decidió volver a competir pese a las enormes desventajas ante un adversario que hace y lo tiene todo, desde los recursos del Estado, hasta la manipulación mediática del sentimentalismo de las masas.
Pero contrariamente a la campaña anterior en que Capriles se presentó como la manzana, ahora resolvió competir como un cuchillo. "Es contigo Nicolás", reta desafiante tratando de desmontar el aparataje propagandístico de su rival basado en la imagen de Chávez.
La breve campaña será durísima y prevalecerán los golpes bajos de lado y lado, pero por encima de ella y su resultado final, lo que verdaderamente preocupa es cómo Venezuela saldrá de la actual crisis económica agravada por una reciente devaluación de la moneda.
Faltan repuestos, medicinas, pero sobre todo alimentos en los mercados. Las colas se multiplican para conseguir harina pan, aceite, café, azúcar. Chávez, con su verbo incontenible, solía salirse de estos problemas vendiendo esperanzas. Esa habilidad no tiene su heredero.
Maduro, además, repite consignas del líder fallecido, sin caer en cuenta que nunca las segundas partes han sido buenas. Amanecerá y veremos.
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